
El país está de luto tras un ataque en Antioquia que dejó 12 policías muertos y 4 más heridos. Un helicóptero Black Hawk UH-60 de la Policía Nacional fue derribado en el nordeste antioqueño, en límites entre Amalfi y Anorí, cuando apoyaba labores de erradicación de cultivos ilícitos.
Según información de inteligencia, el ataque se desarrolló en dos fases. En un primer momento, integrantes del frente 36 de las disidencias de las Farc atacaron con tatucos a los uniformados que adelantaban la erradicación manual. Después, cuando llegó el helicóptero de apoyo, la aeronave fue impactada con un dron armado que golpeó el rotor de cola y provocó la caída.
El hecho ya es catalogado como uno de los ataques más graves contra la Fuerza Pública en Antioquia en los últimos años.
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El director de la Policía Nacional, mayor general Carlos Fernando Triana, confirmó la muerte de 12 uniformados y la gravedad de la ofensiva.
“El terrorismo segó la vida de 12 valientes policías y dejó heridos a otros cuatro. Toda nuestra solidaridad con sus familias y el compromiso de dar con el paradero de estos criminales, que no son otra cosa que vulgares narcotraficantes”, señaló.
El alto oficial aseguró que se usarán las máximas capacidades para ubicar a los responsables y arreciar la ofensiva contra estructuras como las disidencias de las Farc, el Clan del Golfo y la llamada Junta del Narcotráfico.
“Estamos de luto y la cuota de sacrificio ha sido muy alta, pero seguiremos a la ofensiva hasta doblegar a los enemigos de Colombia”, concluyó Triana Beltrán.