
La Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN) lanzó la campaña “La estigmatización mata, Mirémonos de Cerca”, con la que busca cambiar la percepción y los estigmas en contra de las personas firmantes de paz.
Según cifras entregadas por la directora de la ARN, Alejandra Miller, en el país han habido alrededor de 460 firmantes de paz asesinados tras los acuerdos que se dieron en el año 2016.
De acuerdo con lo dicho por Miller, con esta iniciativa se busca, como objetivo principal, “Generar una estrategia de protección de la vida de los firmantes y de paso, generar una estrategia que erradique las barreras que tienen los firmantes del Acuerdo de Paz para el acceso a los derechos”.
El programa destaca porque busca dar otra mirada sobre los firmantes, recalcando que más del 87% siguen haciendo parte de los procesos de reincorporación, trabajando en proyectos productivos y laburando con las comunidades en pro de transformar realidades sociales en sus territorios, y de paso, sentando bases para la paz.
Con la iniciativa “Mirémonos de Cerca”, la ARN busca incentivar a la sociedad colombiana a que se escuchen las historias de los firmantes de paz, conociendo sus aportes y generando un alejamiento de los mitos que suelen rodear a las personas que dejaron las armas con los diálogos del 2016, con lo que buscan hacerse un espacio dentro de los procesos socioculturales.
Según algunas cifras dadas por parte de la directora de la Agencia, solo 1 persona de cada 4 se siente cómodo teniendo como vecino a un firmante de paz. Por lo que la campaña busca centrarse en diferentes formas de estigmatización, tratando que estas personas no sean señaladas por sus ideas.
Otro dato que refleja la estigmatización que viven los firmantes, es que tan solo el 40% de la fuerza productiva que fue encuestada por la entidad, refleja que sí contrataría a una persona que esté en procesos de reincorporación. Lo que deja una brecha del 60% donde no tendrían margen para incluirse laboralmente.
Otros datos reveladores
El 12% de las personas encuestadas, ven a los firmantes como personas peligrosas, asesinas y criminales. Mientras que solo el 7% ve en ellos y sus procesos de reintegro a la sociedad como algo positivo en el propósito del avance hacía la paz.
Con la estrategia planificada desde la ARN no solo buscan reflejar números, sino poner sobre la mesa las narrativas que ejercen esa estigmatización y dar un paso hacía adelante en pro de cambiar la forma en que se cuenta la información sobre los firmantes, mostrando los lados humanos de las personas que por conflictos internos que el país ha tenido a lo largo de su historia, habían caído en la toma de armas.
¿Y Cómo se refleja la campaña en Bogotá?
La campaña no solo se dirige hacía las zonas rurales - donde está la mayoría de los firmantes - sino que busca adentrarse en ciudades grandes como la capital del país, en donde hay 800 firmantes de paz hasta la fecha.
Según Miller, las entidades deben trabajar sobre unas agendas comunitarias que les permitan involucrar a las comunidades urbanas al proceso de comprensión, y de paso, que los firmantes con emprendimientos o que estén trabajando como dependientes no sufran estigmatización.