
La actual ministra de comercio encargada, Cielo Rusinque, confirmó en horas de la mañana de este viernes 11 de abril, que el Gobierno radicó oficialmente las cartas ante Estados Unidos, solicitando una negociación para disminuir o eliminar el arancel del 10%, que fue impuesto por el mandatario norteamericano, Donald Trump.
La ministra encargada explicó que Colombia tiene una ventaja frente a otros de los países afectados, pues cuenta con un tratado de libre comercio con Estados Unidos que, antes de los anuncios de Trump, permitía comercializar productos como las flores con un gravamen del 0,8%, por lo que los aranceles no serían igual de altos que en otros países.
No obstante, Rusinque recalcó que es un escenario de incertidumbre, teniendo en cuenta que el magnate suspendió la implementación de los aranceles por 90 días a los países que no anunciaron medidas recíprocas, como en el caso de Colombia.
“No hace menos de una semana estábamos tratando de analizar ventajas, desventajas, impactos de los sectores productivos de Colombia de cara a ese margen y esas medidas (...) No acabábamos de hacer nuestros análisis cuando nos cambió la medida, entonces la invitación aquí es evitar un poco precipitarnos y darnos el tiempo de avanzar en el marco de esa relación institucional”, dijo Rusinque.
Además, la actual ministra indicó que a finales del mes de abril, por iniciativa del gobierno estadounidense, vendrá a Colombia el delegado del representante comercial del país norteamericano, para “revisar algunas cuestiones de esa relación bilateral en el marco del acuerdo comercial que nos rige con Estados Unidos”.
Por otra parte, la ministra de Agricultura, Martha Carvajalino, enfatizó que la incertidumbre de los aranceles hace que “el comercio multilateral esté afectado”, y señaló que hay preocupaciones por algunos sectores como el de las flores y el de producción de aguacate. “El mercado se está cerrando, hay bloques regionales”, agregó.
De paso, insistió en que el sector agropecuario es la clave “la diversificación de la canasta y de los mercados”, por lo que el Gobierno debe trabajar en fortalecer relaciones y tratados con países europeos y asiáticos.
Además, no solo los consumidores estadounidenses se ven afectados por las primeras medidas de la denominada guerra arancelaria. Sino que, otros países también se verán afectados en los productos tecnológicos que provengan de la potencia norteamericana, pero que en su mayoría pasan por plantas de producción chinas.
Algunas marcas como Apple o Dell en el sector de las tecnologías serían algunas de las que mayor proporción en aumentos pueden registrar, ya que sus productos pasan por diversos procesos en territorio chino.