
La migración colombiana está experimentando un giro estratégico y geográfico en respuesta a la política antiinmigrante que ha reforzado Donald Trump en Estados Unidos y al creciente endurecimiento de los requisitos en varias naciones de la Unión Europea.
En lo que va de 2025, más de 145.000 colombianos han abandonado el país, según Migración Colombia. Sin embargo, más allá de la cifra, lo que marca una diferencia significativa es el cambio de destinos: el sur del continente se está convirtiendo en el nuevo horizonte migratorio para miles.
¿El fin del “sueño americano”?
Hasta hace pocos años, Estados Unidos era el principal destino para los colombianos que buscaban una mejor vida. En 2021, más de 111.000 personas emigraron al país norteamericano. Hoy, esa cifra ha caído dramáticamente. Solo 25.000 colombianos han emigrado allí en 2025.
Las políticas migratorias impulsadas por Trump —centradas en detenciones, deportaciones y una fuerte militarización de la frontera— han disuadido a muchos. La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU. reportó apenas 365 detenciones de colombianos en la frontera en febrero, un desplome del 97% respecto al mismo mes de 2024.
México, antes puente y destino temporal para llegar a EE. UU., también ha impuesto obstáculos. Este año solo 6.000 colombianos se han establecido allí, muy por debajo de los más de 100.000 de años anteriores. Las inadmisiones y deportaciones desde México, que superaron las 50.000 en 2024, generaron desconfianza y denuncias por malos tratos.
Europa cierra sus puertas, salvo España
En Europa, España se mantiene como el destino predilecto, con más de 64.000 migrantes colombianos en 2025, gracias a políticas más amigables del gobierno de Pedro Sánchez. No obstante, otros países del bloque endurecen sus posturas: el Reino Unido restableció el requisito de visa y Alemania limitó solicitudes de asilo, tras acordar con Colombia mecanismos de retorno. Además, la Comisión Europea busca declarar a Colombia como “país seguro”, una medida que reduciría las opciones de refugio para quienes huyen de la violencia.
El sur de América gana protagonismo
Ante este panorama, los colombianos están redirigiendo su camino migratorio hacia países sudamericanos como Chile, Argentina y Brasil. En apenas cinco meses de 2025, la cifra de emigrados a estos tres países ya supera el total registrado durante todo 2024. La razón es doble: las facilidades de movilidad dentro del Mercosur y la Comunidad Andina, y la percepción de que es más sencillo regularizarse en estos países.
Simon Tomasi, del Mixed Migration Centre, señala que se trata de un “movimiento menos visibilizado pero significativo”. Según un sondeo reciente de esta organización a 500 migrantes colombianos, un alto porcentaje valora positivamente los acuerdos de libre circulación regional. No obstante, también reportan aumento en la xenofobia y discursos antiinmigrantes, alimentados por líderes como Javier Milei en Argentina o José Antonio Kast en Chile.
Migrar por violencia, pobreza y clima
Las razones que empujan a los colombianos a migrar no se reducen al deseo de progreso económico. La encuesta del MMC revela que el 62% huye de la violencia o el conflicto, mientras que el 81% argumenta falta de ingresos suficientes como detonante principal.
A ello se suma un factor cada vez más determinante: el cambio climático. Las sequías extremas por el fenómeno de El Niño, y las inundaciones en regiones como La Guajira o Chocó, han desplazado a miles. “Los más vulnerables son quienes no pueden esperar a que cambien las condiciones, simplemente tienen que irse”, comenta Tomasi.
Mientras los países del norte levantan muros, el sur se convierte en una válvula de escape para miles de colombianos que buscan seguridad, trabajo y estabilidad. El fenómeno migratorio se reconfigura, y con ello también los retos para la región. Las políticas públicas y la solidaridad entre naciones serán claves para enfrentar un éxodo que no se detiene, solo cambia de ruta.