La Fiscalía General de la Nación ha identificado a Elder José Arteaga Hernández, más conocido como alias El Costeño, como uno de los principales responsables del atentado contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, ocurrido el pasado 7 de junio en el barrio Modelia, Bogotá. Este hombre, ahora prófugo de la justicia, sería la mente maestra detrás de la coordinación logística, el reclutamiento del menor sicario y la entrega del arma utilizada en el ataque.
Un pasado marcado por la violencia y la ilegalidad
Nacido en diciembre de 1984 en San Pedro de Urabá (Antioquia), una región históricamente afectada por el conflicto armado, Arteaga Hernández no es un desconocido para las autoridades. En 2011 fue capturado por porte ilegal de armas, hecho que lo llevó a la cárcel La Modelo de Bogotá. Desde ese momento, según los investigadores, comenzó a tejer una red de contactos con otros exreclusos, varios de los cuales hoy también están involucrados en el caso.
Formación militar y conocimiento técnico
Uno de los elementos más alarmantes de su perfil es su paso por el Ejército Nacional. Arteaga estuvo vinculado al Distrito Militar 52 y prestó servicio en la Escuela de Artillería 123 de Usaquén y en Espinal (Tolima). Este entrenamiento le habría brindado habilidades técnicas en armamento, maniobras tácticas y movilidad, conocimientos que hoy son claves en la investigación del atentado.
De hecho, la Fiscalía sostiene que fue El Costeño quien modificó la pistola Glock calibre 9 milímetros utilizada en el ataque, alterándola para que pudiera disparar en ráfaga y aumentando su letalidad con munición recubierta en cobre y latón. A pesar de estas alteraciones, peritajes revelaron que el arma perdió potencia, lo cual probablemente evitó una tragedia mayor.
La mente detrás de la operación
Las evidencias presentadas por la Fiscalía detallan que Arteaga coordinó cada aspecto del atentado. Fue él quien asignó funciones a los implicados, incluyendo a un menor de 15 años que terminó disparando contra el senador. También se le atribuye haber ofrecido hasta 20 millones de pesos al joven por ejecutar el crimen.
El 5 de junio, dos días antes del ataque, designó a Carlos Eduardo Mora González como conductor del Chevrolet Spark gris (placas JPF 026), el vehículo que fue utilizado para hacer reconocimientos de la zona, transportar a los implicados y ejecutar la huida. Por esta tarea, Mora recibiría cinco millones de pesos.
El día del atentado, cámaras de seguridad captaron a Elder Arteaga llegando al sector de El Golfito acompañado de alias Gabriela y el menor. Dentro del vehículo, se quitó el seguro del arma antes de entregársela al joven, quien posteriormente descendió y disparó a quemarropa en medio del evento político.
Una estructura criminal con origen en La Modelo
Un patrón preocupante ha emergido de la investigación: varios de los implicados, incluyendo a Arteaga, Mora y alias el Hermano (William Fernando González Cruz), coincidieron en algún momento como internos de la cárcel La Modelo. Esta conexión ha llevado a los investigadores a plantear la hipótesis de una red criminal organizada desde el interior del sistema penitenciario, con roles claros y capacidad operativa en diversas regiones del país.
Alias Gabriela, la testigo clave
La captura de Katerine Martínez, alias Gabriela, en Florencia (Caquetá), podría marcar un punto de inflexión en el caso. Fuentes cercanas al proceso afirman que Martínez habría accedido a colaborar con la justicia, señalando directamente a El Costeño como el coordinador del atentado y quien la reclutó para participar.
Se espera que en las próximas semanas también se sume el testimonio de Carlos Eduardo Mora, lo cual podría consolidar un expediente que ya cuenta con videos, registros vehiculares y testimonios comprometedoramente claros sobre la participación de Elder Arteaga.
¿Dónde está El Costeño?
Actualmente, Arteaga permanece prófugo. La Fiscalía ha emitido orden de captura y se han desplegado operativos en Bogotá y Caquetá, donde se presume que podría estar escondido con la ayuda de otro implicado, alias el Negro.
Mientras tanto, el país sigue atento a uno de los casos más delicados de violencia política en tiempos recientes. Con la vida de un senador en juego y una estructura criminal aún activa, la captura de alias El Costeño se ha convertido en una prioridad para las autoridades nacionales.
