La tarde del martes transcurría con normalidad en un edificio residencial de Cúcuta, hasta que la ausencia prolongada de una de sus habitantes encendió las alarmas. Nadie lograba comunicarse con la jueza penal de control de garantías Vivian Polanía, una funcionaria judicial reconocida en la región. Lo que parecía una preocupación cotidiana terminó convirtiéndose en uno de los casos más conmocionantes del sector judicial en los últimos años.
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Una llamada que lo cambió todo
Eran aproximadamente las 5:30 de la tarde cuando el Centro Automático de Despacho (CAD) recibió una llamada del vigilante del edificio. La jueza no respondía llamadas ni mensajes desde hacía varias horas. Ante la alerta, se coordinó el ingreso al apartamento con la madre de Vivian Polanía, un cerrajero y su escolta de seguridad.
Al abrir la puerta, el ambiente era inquietantemente silencioso. En la habitación principal, las autoridades encontraron a la jueza sin vida, acostada sobre su cama y arropada, sin signos visibles de violencia. A su lado, estaba su bebé de aproximadamente mes y medio, quien había permanecido junto al cuerpo de su madre durante más de 12 horas.
El menor fue trasladado de inmediato a un centro asistencial, donde los médicos diagnosticaron un cuadro severo de deshidratación, producto del tiempo prolongado sin recibir alimento. Según informaron las autoridades, el bebé se encuentra estable y bajo observación médica.
Posteriormente, el caso fue puesto en conocimiento del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), entidad que asumirá el restablecimiento de los derechos del menor y será la encargada de definir su custodia.
Un hallazgo que abre nuevas hipótesis
En medio de las diligencias judiciales, se conoció un elemento que agregó mayor complejidad a la investigación: en el apartamento de la jueza fueron encontradas 26 papeletas de cocaína. Esta información fue revelada por el coronel de la Policía de Cúcuta Fabio Ojeda en diálogo con Blu Radio.
El coronel, comandante de la institución, explicó que el proceso se encuentra bajo reserva judicial, razón por la cual no es posible entregar detalles adicionales sobre el hallazgo. “Hasta establecer el curso de la investigación no puedo dar más información”, señaló el oficial.
De acuerdo con el coronel Ojeda, la investigación contempla todas las hipótesis posibles: desde un homicidio, un suicidio, hasta una muerte asociada al consumo de sustancias, escenario que solo podrá esclarecerse una vez Medicina Legal emita su dictamen definitivo.
“No se encontraron rastros de violencia ni señales de desorden en el apartamento”, reiteró el oficial, quien también confirmó que la jueza contaba con un esquema de protección de la UNP, debido a su rol en procesos judiciales relacionados con bandas criminales y narcotráfico. La última comunicación con su escolta se habría producido alrededor de las 8:00 de la noche del día anterior.
Las autoridades también verifican posibles denuncias por violencia intrafamiliar, así como antecedentes médicos y personales que permitan reconstruir las últimas horas de vida de la jueza. Mientras tanto, la Fiscalía General de la Nación y el Instituto de Medicina Legal continúan adelantando las diligencias correspondientes.
La muerte de Vivian Polanía, una jueza conocida también por sus polémicas publicaciones en redes sociales, ha dejado más preguntas que respuestas. Su fallecimiento, ocurrido en circunstancias aún no esclarecidas, mantiene en vilo a la opinión pública y al sistema judicial colombiano, que espera respuestas claras en un caso marcado por el silencio, la incertidumbre y el dolor.
