
Luego del histórico fallo de la Corte Constitucional que revocó la intervención de la Superintendencia Nacional de Salud, EPS Sanitas ha emitido una contundente respuesta en la que, aunque reconoce la justicia de la decisión, subraya que no se trata de un motivo de celebración sino de duelo institucional.
La entidad afirmó que, tras quince meses de una intervención que calificó como “arbitraria e ilegal”, el daño causado es profundo y afecta no solo su estructura organizativa, sino también la calidad del servicio a millones de usuarios. “Nos devuelven lo que nunca debió ser arrebatado”, señala Sanitas, pero advierte que hoy recibe una empresa financieramente comprometida, con redes fragmentadas, servicios deteriorados y equipos humanos golpeados.
Sanitas responsabilizó directamente al Gobierno Nacional por lo que denominó una estrategia deliberada de desmantelamiento del modelo de atención, advirtiendo que tomará acciones legales contra los responsables, tanto en instancias nacionales como internacionales. También insistió en que la crisis financiera del sistema de salud —provocada por una insuficiente Unidad de Pago por Capitación (UPC), la acumulación de deudas y la concentración del riesgo— persiste y sigue sin solución.
La EPS hizo un llamado a la construcción de una “coalición ética y técnica” que permita la recuperación del sistema de salud, involucrando a empleados, usuarios, prestadores, sociedad civil, partidos políticos y a la justicia. Finalmente, advirtió que, sin una respuesta clara y urgente del Gobierno en materia de financiación, no podrá continuar con su operación.
“Nos mueve el amor a la vida, a la salud y a Colombia”, concluyó Sanitas, marcando el inicio de una nueva etapa en medio de grandes desafíos para la reconstrucción del modelo de atención y confianza en el sistema.