
El regreso de Juan Fernando Quintero a River Plate no pudo tener un marco más simbólico: el estadio Monumental vibró con su entrada al campo durante el partido frente a San Lorenzo, donde fue ovacionado por la hinchada que nunca olvidó sus momentos de gloria con la camiseta millonaria.
A sus 32 años, el antioqueño volvió a vestir la banda cruzada en un duelo oficial, iniciando desde el banco de suplentes, pero siendo foco constante de las cámaras. En el segundo tiempo ingresó para cambiar el ritmo del partido, generando una clara opción de gol y dejando señales de su calidad intacta, aunque aún no esté en plenitud física.
“Fue un partido demasiado difícil, es el primero que juego, me falta ritmo, pero creo que con la preparación que estamos haciendo nos vamos a sentir bien”, aseguró con sinceridad el 10 colombiano al finalizar el encuentro.
Quintero, ídolo eterno por aquel golazo en la final de la Copa Libertadores 2018 ante Boca Juniors, mostró gratitud y emoción por el recibimiento de los fanáticos y admitió que aún trabaja para alcanzar su mejor versión. La ilusión está intacta, tanto para él como para el club, que busca pelear en lo más alto de la Liga Argentina y en la Copa Libertadores, el gran anhelo del semestre.
Un regreso con nombre propio: Gallardo
Más allá del fútbol, el regreso de Quintero tiene un ingrediente emocional. En una declaración cargada de afecto, reveló que su retorno a River no fue una decisión completamente suya, sino una respuesta directa a un llamado imposible de rechazar: el de Marcelo Gallardo, su "papá futbolístico".
“Yo no decidí, de alguna otra forma Marcelo me llamó y… ¿cómo no le voy a decir que sí a mi casa? Se siente el cariño y eso es lo que uno quiere todos los días. Estoy muy feliz”, dijo conmovido.
Gallardo, hoy nuevamente al mando del equipo, fue quien impulsó las mejores versiones del creativo antioqueño y quien ahora apuesta por recuperar su magia para fortalecer un plantel que quiere volver a hacer historia.