Raúl Ocampo abrió su corazón en una emotiva entrevista para el pódcast Los hombres sí lloran, de Juan Pablo Raba. En la conversación, él compartió una profunda reflexión sobre el proceso de duelo que ha vivido tras la muerte de Alejandra Villafañe, su novia por varios años.
Durante el diálogo, el actor relató los momentos más difíciles que enfrentó mientras acompañaba a Alejandra en su enfermedad, un periodo marcado por el dolor, la esperanza y la fortaleza compartida. Él confesó que, en los días más duros del tratamiento, buscaba espacios íntimos para desahogarse sin ser escuchado.
“Yo me iba justo a la ducha a chillar para que no sonara y ella no pudiera escuchar, pero un día todo cambió. Yo me siento en la cama y se me viene el sentimiento de decir ‘Yo quiero que pase un milagro’, pero lo que piensa mi mente no me está ayudando”, recordó Raúl Ocampo.
Aquel intento de ocultar su tristeza tenía una intención noble: proteger a Alejandra del peso de su propio sufrimiento. Sin embargo, la situación dio un giro cuando ella lo confrontó con una pregunta que marcó un antes y un después en su proceso emocional.
“Cuando siento que todas las emociones van a venir y me voy a parar, escuché: ‘Príncipe’, y no me puedo voltear porque tengo los ojos aguados. Me dice: ‘¿Vas a volver a llorar en la ducha?’... yo empecé a sentir todo”, relató Ocampo conmovido.
A partir de ese instante, la pareja decidió no esconder más el dolor. Se tomaron de las manos, se abrazaron y lloraron juntos. Para Raúl, aquel momento fue una lección de vida: aceptar la vulnerabilidad y vivir el presente sin miedo a mostrar las emociones.
“Ese día entendí que compartir el dolor también es una forma de amor”, expresó el actor, quien reconoció que esa experiencia transformó su manera de enfrentar la pérdida y de comprender la fortaleza emocional.
Durante la entrevista, Ocampo también habló sobre el legado que Alejandra dejó en su vida. Destacó que su presencia sigue siendo una guía constante, una energía que permanece viva a través de los recuerdos y las enseñanzas que compartieron.
“Más allá de la ausencia física, ella sigue aquí. Está en las cosas que me enseñó, en cómo veo la vida ahora. En esa energía que no se apaga”, afirmó con serenidad.
