El exdelantero de la Selección Colombia, Jackson Martínez, quien tantas alegrías le dio al país con sus goles, hoy vive una nueva etapa lejos de las canchas: la música, un camino que no eligió de manera planificada, sino que surgió tras enfrentar uno de los momentos más difíciles de su carrera, una lesión que lo obligó a retirarse del fútbol profesional.
En entrevista con KienyKe.com, el chocoano confesó que su retiro no fue una decisión libre, como muchos creen, sino una consecuencia inevitable.
“Mucha gente piensa que dejé el fútbol para dedicarme a la música, pero no fue así. Dejé de jugar por causa de una lesión. Pasé por dos cirugías, viví dos años muy difíciles y luego ocho meses en los que la recuperación no avanzaba. En medio de todo ese dolor volví a escribir canciones”, relató.
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Ese periodo de pruebas se convirtió en una oportunidad para reencontrarse con una pasión que lo acompañaba desde la infancia: la música. Martínez comenzó a componer y grabar lo que más tarde sería su nuevo proyecto musical. El pasado 22 de agosto lanzó el EP Una, disponible en todas las plataformas digitales, del cual hace parte el sencillo 'Proceso', canción que refleja no solo sus luchas personales, sino también su fe en Dios.
“Mucha gente quería saber qué había pasado conmigo y con esta canción logré describir parte de ese proceso. Es difícil ponerlo todo en una letra, pero quienes la escuchan se identifican con sus propios desafíos. Quise transmitir que, no importa lo que vivas, Dios está contigo si realmente confías en Él”, explicó el exfutbolista.
Jackson reconoce que la transición del fútbol a la música no ha sido fácil, pero sí profundamente enriquecedora. Para él, el rap cristiano no es solo un género musical, sino una herramienta para transmitir mensajes de esperanza.
“Desde niño me gustaba el rap porque contaba historias reales, como las que veía en mi barrio. Ahora lo uso para narrar lo que viví y, sobre todo, para invitar a las personas a acercarse a Dios”, afirmó.
Aunque confiesa que su gran pasión siempre será el fútbol, la música se ha convertido en una misión de vida. Cada letra, asegura, está cuidadosamente construida para dejar un mensaje positivo y espiritual.
“Quiero que la gente se lleve la certeza de que es posible superar cualquier reto si confías en Dios. También invito a reflexionar sobre las amistades, la esperanza y el valor de ser abnegado para servirle”, agregó.
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En su vida, el orden de prioridades es innegociable: “Primero está Dios, después mi familia y luego cualquier profesión”. Ese principio lo ha acompañado tanto en las canchas como en los escenarios, y es el eje central de su música.
Finalmente, Jackson dejó un mensaje a los seguidores de KienyKe.com basado en un versículo que lo inspira: “Eclesiastés 7:14 dice: en el día del bien, disfruta; en el día de la adversidad, medita, porque Dios hizo tanto lo uno como lo otro. No importa lo que hagas, separado de Dios siempre habrá un vacío que solo Él puede llenar”.
Con esta nueva etapa, Jackson Martínez demuestra que, aunque las lesiones cerraron el capítulo futbolístico de su vida, abrieron uno distinto en el que la música y la fe son hoy sus mayores goles.
