Daneidy Barrera Rojas, conocida como ‘Epa Colombia’, fue trasladada este viernes al centro penitenciario El Buen Pastor en Bogotá, luego de que la Corte Suprema de Justicia ratificara su condena y ordenara su detención. Ella había sido condenada por los daños causados a una estación de Transmilenio en noviembre de 2021 y ahora cumplirá una pena de cinco años y tres meses por este incidente, que generó gran controversia en su momento.
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A pesar de los esfuerzos de su abogado, Ómar Ocampo, quien solicitó que la empresaria fuera recluida en una guarnición militar —un beneficio generalmente otorgado a políticos— la Corte y el Instituto Nacional Penitenciario (Inpec) decidieron que Barrera deberá cumplir su condena en una prisión común, específicamente en El Buen Pastor, la cárcel de mujeres ubicada el occidente de Bogotá.
El director del Inpec, Daniel Gutiérrez, se pronunció sobre la situación y aclaró que no habrá privilegios para Barrera. "Seguramente va a tener que compartir con las demás internas porque no tenemos privilegios", dijo Gutiérrez, dejando claro que Epa Colombia no recibirá un trato diferenciado, tal como algunos habían solicitado en su defensa.
El funcionario también aseguró que el Inpec garantizará que Barrera "tenga un espacio digno en la medida de las posibilidades", pero reiteró que las normas penitenciarias deben cumplirse para todos los reclusos, sin excepción.
Restricciones a las redes sociales y la gestión de sus negocios
Uno de los aspectos más destacados de la condena es la prohibición que se impuso a Daneidy Barrera sobre el uso de sus redes sociales. Según lo establecido en el fallo de la Corte, la influencer no podrá hacer uso de sus cuentas de redes sociales, ni podrá crear nuevas, como parte de la sanción por los daños causados en el incidente con Transmilenio. Esto representa un duro golpe para una figura pública que construyó su carrera precisamente a través de plataformas como Instagram y TikTok.
Sin embargo, existe un resquicio que podría permitir a Barrera mantener su presencia en línea, al menos indirectamente. Según un especialista consultado por El Tiempo, las redes sociales asociadas a sus negocios, como las de sus marcas de productos, no están restringidas, siempre y cuando sean gestionadas por su equipo de empleados o su pareja, Karol Samantha, quien se encargará de la administración de las empresas de la influencer.
“No puede manejarlas ella [sus redes sociales] ni usar unas nuevas. Ahora, si son las de sus productos, seguro el personal que trabaja con ella las usarán para promocionarlos, pero, por ahora, ella queda fuera de allí”, explicó el especialista.
