El equipo dirigido por Alfredo Arias confirmó su superioridad en la final y levantó su undécima estrella, tras imponerse en la serie ante Deportes Tolima, con una actuación determinante de José Enamorado, figura absoluta de la definición.
En el estadio Manuel Murillo Toro de Ibagué, Junior dio un golpe certero y liquidó cualquier intento de remontada. Apenas a los 17 minutos, Enamorado aprovechó un pase quirúrgico de Yimmi Chará, atacó el espacio a la espalda de Anderson Angulo y definió con sutileza por encima del portero Christopher Fiermarín, un gol que terminó de inclinar la balanza a favor del ‘Tiburón’.
Aunque Tolima salió con intensidad y generó peligro en los primeros minutos, la experiencia y el orden del equipo barranquillero se impusieron en los momentos clave. El tanto de Enamorado fue el tercero suyo en la final y amplió la diferencia global a un contundente 4-0, reflejo de la superioridad rojiblanca a lo largo de la serie.
Una final que se empezó a ganar en Barranquilla
El camino al título comenzó a pavimentarse en el estadio Metropolitano, donde Junior dio un golpe de autoridad en el partido de ida al golear 3-0 a Tolima. En aquella noche, el equipo salió con intensidad, pegó temprano con un golazo de Enamorado y amplió la ventaja con Brayan Castrillón, antes de que el propio Enamorado firmara su doblete antes del descanso.
Ese resultado dejó al Junior a un paso del título, con una ventaja que le permitió manejar la final de vuelta con inteligencia y carácter, incluso soportando los primeros intentos ofensivos del conjunto pijao en Ibagué.
La estrella once del Tiburón
Con esta consagración, Junior ratifica su lugar entre los grandes del fútbol colombiano y celebra una nueva estrella apoyado en una nómina equilibrada, un planteamiento sólido y el protagonismo de José Enamorado, decisivo en los momentos definitivos.
Barranquilla vuelve a celebrar.
El Tiburón es campeón.
