Zulma Guzmán Castro, hoy señalada por la Fiscalía General de la Nación como la presunta responsable del envenenamiento que llevó a la muerte de dos menores en Bogotá, pasó en pocos años de ser presentada como emprendedora del sector automotriz a convertirse en una de las personas más buscadas por las autoridades colombianas. Su nombre quedó al centro de una investigación que estremeció al país y que ahora avanza con una orden de captura y una notificación roja de Interpol.
Los hechos que la involucran ocurrieron entre el 5 y el 9 de abril de 2025, cuando dos niñas de 13 y 14 años comenzaron a manifestar síntomas de intoxicación luego de consumir unas frambuesas que habrían sido enviadas como parte de un obsequio a su residencia. El análisis médico determinó que el alimento estaba contaminado con talio, un metal altamente tóxico que, pese a encontrarse en cantidades mínimas en la corteza terrestre, puede resultar letal incluso en dosis pequeñas. Las menores fallecieron tras varios días en la Unidad de Cuidados Intensivos de la Fundación Santa Fe, en el norte de Bogotá.
De acuerdo con la Fiscalía, las pruebas recopiladas por fiscales y peritos del Cuerpo Técnico de Investigación permitieron identificar a Guzmán Castro como la persona que habría enviado el paquete consumido por las menores. Cuando la mujer conoció la noticia de la muerte de las niñas, presuntamente abandonó el país y viajó inicialmente a Argentina. Desde entonces su rastro se ha extendido por diferentes países, entre ellos Brasil, España y Reino Unido.
¿Quién es Zulma Guzmán?
La Unidad Investigativa de EL TIEMPO estableció que la mujer aparece como representante legal de CAR-B S.A.S., una empresa dedicada al arrendamiento de vehículos automotores. Aunque sus redes sociales llevan más de 300 semanas inactivas, en entrevistas registradas antes de que estallara el caso, Guzmán se describía como “ambientalista de corazón”, economista y emprendedora.
Contaba que había incursionado en el negocio de carros eléctricos sin experiencia previa en el sector automotriz, algo que consideraba una ventaja, pues, según decía, la falta de conocimiento le permitió avanzar sin barreras: “Como yo no sabía que eso no se podía, entonces pude”.
También relataba que, durante el desarrollo de su proyecto empresarial, algunas personas habrían intentado apropiarse de su idea, lo que la llevó a interponer denuncias por presuntos intentos de fraude en su contra. Sin embargo, en los registros judiciales consultados, CAR-B S.A.S. figura enfrentando al menos tres procesos en tribunales de Bogotá y dos demandas por presunto incumplimiento de obligaciones económicas.
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Mientras la Fiscalía continúa recopilando información y la justicia avanza en la búsqueda internacional de Guzmán Castro, una de las hipótesis por confirmar es su presunta cercanía con el padre de una de las víctimas. Por ahora, las autoridades mantienen activa la circular roja de Interpol con el fin de lograr su captura y esclarecer plenamente su participación en un caso que ha conmocionado al país.
