¿Al fin qué, pájaros o escopetas?

Todos los ciudadanos sin excepción, están en todo su derecho de defender y demostrar su inocencia ante cualquier acción que sea imputada en su contra, venga de donde venga. Pero también hay un viejo y popular adagio que dice: “cuando el río suena piedras lleva”. Llama la atención que el Ministerio de Defensa y la Procuraduría General de la Nación tengan en la mira a la exsenadora, Piedad Córdoba y a quienes conforman la llamada Marcha Patriótica. Las denuncias del Ministro despertaron la ira de Córdoba y de sus defensores, quienes incluso anunciaron represalias penales contra el ministro Juan Carlos Pinzón. Los afectados están en todo su derecho a reclamar y también muchos los que estamos interesados en conocer las pruebas que tendría el Gobierno y otros organismos del Estado en su poder, para arriesgarse a hacer esas aseveraciones. No es la primera vez que ese movimiento y sus colaboradores enfrentan un episodio con acusaciones o sospechas similares, el procurador general de la nación, Alejandro Ordóñez no descartó días atrás posibles vínculos de las Farc con el grupo político, Marcha Patriótica. Segura de la inocencia de los líderes del movimiento, está la exsenadora, para salir a defender en las últimas horas a esos posibles implicados. Nadie que tenga rabo de paja o piense lo contario de sus defendidos, sale a poner las manos sobre la candela y menos ante dos personalidades y organismos serios del Estado. El país merece conocer claridad en este tema, por uno y por otro lado. De ser ciertas las acusaciones, la justicia debe hacer lo propio, al mismo tiempo, que dichas afirmaciones no solamente queden en eso, en afirmaciones. Los posibles señalados también deben tener oportunidad de esclarecer lo sucedido, ya que de no ser ciertas tales denuncias, estarían convirtiéndose en carne de cañón para grupos violentos. Otra hipótesis que podría manejarse frente a este nuevo escándalo, es la aparente infiltración de las Farc en el movimiento, sin que sus integrantes o la mayoría del mismo, tengan conocimiento. Frente a este último análisis un interlocutor exclamó: — ¿Sí, cómo no? Aquí, más allá de los ataques verbales de unos y otros, en los medios de comunicación, debe haber una investigación para examinar esos hechos. Las partes deben contribuir para que este capítulo sea aclarado ante el país y ante las autoridades judiciales competentes, ya que son éstas últimas quiénes tienen la última palabra, ante los señalamientos. En conclusión, lo más importante al final es que se sepa la verdad y no mentiras a medias. A mi juicio quedan muchas dudas, pues la aparente sospechosa conducta de Córdoba no solo hace pensar que efectivamente su posible "seudónimo" es Teodora, sino también que no discrepa mucho de que las Farc se infiltren en las famosas Marchas Patrióticas. Twitter: @g_rodriguezm