Luis Pérez Gutiérrez

Estadístico, ejecutivo empresarial, escritor y político colombiano. Ha ejercido como investigador científico en universidades de Europa y Estados Unidos, y ha ocupado cargos destacados como director del ICFES, rector de la Universidad de Antioquia, alcalde de Medellín y exgobernador del departamento de Antioquia.

Luis Pérez Gutiérrez

Hacia un centro beligerante

Si en elecciones hay polarización, la gente no va a votar por la esperanza; va a depositar odios en las urnas. La extrema derecha y la extrema izquierda alimentan el odio y el miedo para ganar elecciones. El odio paraliza todo: las ideas, la imaginación, la argumentación, hasta la vida. Por eso, el odio impide el cambio y siempre nos tira para atrás hacia estados primitivos. Odiar no es resistir; es reversar. El odio es una demencia que no tolera la diferencia.

La extrema izquierda propaga el odio social contra la extrema derecha, contra los pudientes y contra quien no se someta a su ideología. Igual, la ultra derecha es fábrica de odios contra activistas que no están a su lado. La ultra izquierda quisiera eliminar a los de ultraderecha; y a su vez, la ultraderecha desea desaparecer a los zurdos. Ambos se alimentan de odios mortales. Parece que llevaran un fusil en su cerebro y balas en sus palabras; utilizan palabras que matan. A unos, la sociedad los asocia con la devastadora guerrilla y la primera línea; y a otros, con la motosierra de los paramilitares. El odio es la antesala de los peores crímenes de la humanidad.

Y todo se vale para destruir al otro. La ultraderecha y la ultra izquierda son una anticultura matona y sectaria. Para obtener el poder, eliminar o matar al adversario es una opción. Y hasta se matan entre ellos mismos cuando se dividen.  Ni la ultraizquierda ni la ultraderecha permiten la deliberación, el desacuerdo, la idea alternativa, ni la navegación por las aguas de las libertades; su combustible es el odio y mantener la ignorancia de los ciudadanos, que son armas de las tiranías. 

En la polarización que crean los extremos políticos, la policía y las fuerzas de seguridad del estado son víctimas. La historia del país muestra, que La Ultra izquierda odia la policía y la minimiza para que no actúe. Y la ultraderecha utiliza la policía y la seguridad del estado para ejercer excesos y parajusticia

Los Extremos Políticos acabaron con la Verdad; con la argumentación; y con el respeto por el otro; que son el alma de la democracia. Acabaron la decencia y encarcelaron las ideas. El debate político se volvió rastrero, agresivo, y altanero. 

Colombia tiene que caminar hacia un Centro Beligerante, batallador, que derrote con contundencia a la ultraderecha y a la ultraizquierda que tienen bajo ataque a la democracia. El Centro, el Centro derecha y el Centro izquierda, no pueden seguir agallinados, desunidos, espectadores del retroceso y la polarización del país, Alrededor de ese Centro Beligerante están mas del 90% de los votantes; allí está el espacio para construir una nueva sociedad que tenga la esperanza de ser más, de servir más, y de vivir más. La política necesita retomar la agenda de la decencia, la honradez, la verdad, la argumentación, las ideas de futuro, las grandes obras, la seguridad, el respeto a los jueces, el respeto a la vida, la serenidad… 

No más una sociedad enferma donde el odio y el fanatismo sigan matando la esperanza. Una sociedad enferma mata a sus mejores hombres. La solución es avanzar hacia Un Centro Beligerante, inconforme, con autoridad, disciplina y nuevas ideas; y capaz de unir, de recuperar la conversación social; y erradicar la polarización, los odios y la presión contra la institucionalidad.

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Luis Pérez Gutiérrez
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