La madrugada del 10 de septiembre de 2025, Polonia vivió uno de los episodios más tensos desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania. Según el primer ministro Donald Tusk, al menos 19 drones violaron el espacio aéreo polaco, en lo que calificó como una “provocación a gran escala”. De ellos, tres fueron derribados y un cuarto posiblemente neutralizado, aunque las cifras aún son provisionales.
Un ataque que atravesó la frontera
Los drones rusos ingresaron repetidamente en territorio polaco mientras Moscú lanzaba un ataque contra Ucrania. Uno de los aparatos impactó en un edificio residencial en Wyryki, en el este de Polonia, sin dejar víctimas. Otros recorrieron hasta 250 kilómetros dentro del país antes de ser neutralizados.
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Tusk advirtió ante el Parlamento que la amenaza es mayor “que en cualquier otro momento desde la Segunda Guerra Mundial”. Lo más alarmante, según explicó, fue que los drones llegaron desde Bielorrusia, y no como consecuencia de desvíos accidentales desde Ucrania. “Es la primera vez que violan nuestro espacio aéreo desde ese territorio aliado de Rusia”, subrayó el mandatario.
Operación conjunta de la OTAN
La respuesta polaca se dio en el marco de la OTAN, activando tanto sistemas terrestres como aéreos. Se desplegaron aviones F-35, F-16, un MiG-17 y un helicóptero Black Hawk, además de aviones de alerta temprana Saab y Awacs. El operativo se extendió desde las 23:30 hasta las 6:45 de la mañana, lo que da cuenta de la magnitud del ataque.
Como medida preventiva, los aeropuertos de Modlin, Varsovia, Rzeszów y Lublin cerraron temporalmente durante la noche para garantizar la seguridad de la operación militar. Posteriormente, reanudaron actividades.
Fuentes militares confirmaron que helicópteros polacos también actuaron en la zona y que el sistema Patriot alemán, estacionado cerca de Rzeszów, fue puesto en alerta.
Una acción vinculada a Bielorrusia
Analistas consideran que la violación del espacio aéreo podría estar relacionada con la decisión de Polonia de suspender el tráfico fronterizo y ferroviario con Bielorrusia, coincidiendo con el inicio de las maniobras militares Zapad 2025, organizadas por Minsk y Moscú.
El Ministerio de Defensa de Bielorrusia, por su parte, afirmó que algunos drones fueron desviados por efecto de la guerra electrónica y que notificaron a Polonia y Lituania sobre el incidente. Aseguraron también que varios aparatos fueron destruidos por su propia defensa aérea.
Polonia invoca el Artículo 4 de la OTAN
Ante la gravedad de lo ocurrido, Varsovia invocó el Artículo 4 del tratado de la OTAN, que contempla consultas urgentes cuando la seguridad de un miembro se ve amenazada. Aunque no implica acción militar automática como el Artículo 5, abre la puerta a medidas conjuntas.
“Esta no es solo una guerra contra Ucrania, es una confrontación contra todo el mundo libre”, afirmó Donald Tusk, al tiempo que pidió mayor apoyo de los aliados.
El incidente marca un precedente: es la primera vez que drones rusos son derribados sobre territorio de la OTAN desde el inicio de la invasión a gran escala en 2022, confirmando el temor de que el conflicto pueda extenderse más allá de Ucrania.
