El asesinato de Sofía Delgado, ocurrido en octubre de 2024, estremeció al país. Por este hecho, Brayan Campo fue condenado a 58 años de prisión. Sin embargo, recientes revelaciones apuntan a que el caso podría ser aún más grave de lo que se creía, ya que en prisión el hombre habría confesado su responsabilidad en otros crímenes de mujeres y niñas en el Valle del Cauca y Cauca.
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La condena por el asesinato de Sofía Delgado
El cuerpo de Sofía Delgado, de 12 años, fue hallado sin vida el 17 de octubre de 2024 en una plantación de caña de azúcar en el corregimiento de Villagorgona, municipio de Candelaria, Valle del Cauca. La menor había desaparecido el 29 de septiembre, cuando salió a comprar un producto para su mascota en una veterinaria de la zona.
Por este hecho, la justicia condenó a Campo a 58 años de cárcel. Además, en febrero de 2025 había recibido otra condena de 10 años y 7 meses de prisión por un caso distinto de abuso sexual a una menor en el mismo corregimiento.
La revelación en prisión
La nueva información salió a la luz en el videopódcast “Más Allá del Silencio”. Allí se citó el testimonio de Luis Gregorio Ramírez Maestre, conocido como “El Monstruo de la Soga”, quien cumple condena por más de 30 homicidios en la cárcel La Tramacúa, en Valledupar.
Ramírez relató que, durante un juego de parqués en el patio seis de la prisión, Campo habría confesado haber cometido otros asesinatos, incluidos los de jóvenes en Villa Rica (Cauca). Según el testigo, Campo aseguró que mataba “por placer” y que incluso había mencionado con nombre propio a Erika Julio Sepúlveda, una adolescente asesinada en 2022.
El crimen de Erika Julio Sepúlveda y Tatiana Trujillo
El 21 de agosto de 2022, los cuerpos de Erika Julio Sepúlveda, de 16 años, y su amiga Tatiana Trujillo, fueron hallados en un cañaduzal de Villa Rica, Cauca. Ambas presentaban graves lesiones y heridas con arma de fuego.
Según la tía de Erika, Luz Sepúlveda, la joven había permanecido sola en casa debido a la enfermedad de su abuelo. En la madrugada salió tras recibir una llamada de su amiga y alcanzó a enviar su ubicación a otra compañera “por si algo pasaba”. Los cuerpos fueron encontrados horas después cerca de esa ubicación.
Durante tres años el caso permaneció sin responsables. Incluso, los familiares denunciaron rumores que intentaban justificar el crimen señalando falsamente a las jóvenes de proxenetismo o delincuencia.
Petición de las familias y dudas pendientes
La presunta confesión de Brayan Campo ha abierto la posibilidad de que él sea el responsable de este doble homicidio y de otros en la región. Según Ramírez, Campo admitió que en varias ocasiones personas inocentes fueron capturadas en lugar de él: “Han querido imputarle cargo a mucha gente que no tiene nada que ver. Él mismo nos contó que han capturado gente inocente porque el de la culpa es él”.
La familia de Erika exigió que las autoridades reabran la investigación. “Hemos esperado tres años para saber quién y por qué. Yo lo único que quiero es que Brayan confiese. ¿Por qué tanto daño hacia las niñas? ¿Por qué condenar a tantas familias a una tristeza tan eterna?”, expresó su tía.
