Enrique Herrera Araújo

Experto en Desarrollo Rural, Tierras y Agro. Abogado, Especialista en planificación y administración regional del Cider y Magister Artis en Administración Pública del Instituto Ortega y Gasset de Madrid, España. Con vasta experiencia en el sector público y analista de políticas públicas del sector tierras, desarrollo rural y de política electoral.

Enrique Herrera Araújo

¿Qué hay detrás de la Consulta Popular?

Una consulta popular nacional  es un mecanismo democrático que permite, para temas de trascendencia nacional, consultar electoralmente a la ciudadanía. La decisión que se tome  es obligatoria.

Pero para convocarla se requiere una serie de pasos y de requisitos que, por cuestiones de espacio, me limitaré, a unos cuantos.

El primer requisito, según el artículo  20 literal d, de la  ley 1757 de 2015,   es que el Senado se pronuncie  sobre la conveniencia de la consulta. Pero antes que se pronuncie, el presidente con la firma de todos sus ministros, deben enviarle el texto que la justifique y la fecha de su celebración.

El tiempo para que el Senado emita el concepto  es de 30 días a partir de que  le llegue el texto; y la consulta se celebrará, según el artículo 54 de la ley 134 de 1994., dentro de los cuatro meses siguientes a la fecha del pronunciamiento del Senado. 

Pero además, las preguntas deben contestarse con un sí o un no. Deben ser claras y no darse a confusión, ni engaños y deben participar no menos de la tercera parte del censo electoral, es decir, más de 13 millones 654 mil 457 votos.

Pero la consulta popular no aprueba leyes, esa es una competencia exclusiva del Congreso de la República, por tanto, no puede aprobar las reformas laboral ni la de la  salud. 

Es más, el art. 38 literal b de la ley 1757, señala que No podrán ser objeto de consulta popular o plebiscito proyectos de articulado y las reformas laboral y de salud son eso, articulados. 

Explicado lo anterior, voy a la opinión de mi columna:

La consulta es pues, un instrumento de campaña electoral porque este gobierno tiene algo peculiar. No gobierna, vive en campaña, invitando y costeando  movilizaciones y en golpes blandos o duros

Nunca terminó de hacer campaña como tampoco, nunca comenzó a gobernar. Fue incapaz de hacer ese tránsito. 

El propósito de Petro siempre es el mismo. No es el de ganar la consulta porque no lo hará. Ni las más famosa y la más reciente, la anticorrupción lo logró. Le faltaron votos. 

El propósito es otro, distraer, entretener y darle narrativa a sus huestes. Esa es la estrategia.

Distraer a la opinión ciudadana de los problemas del país. Eso busca, pero resulta que son tan grandes, que el elefante ya no lo puede ocultar. Ni la corrupción que anida en su gobierno, ni la inseguridad y violencia que está en todas partes, ni la situación fiscal de las cuentas nacionales para no hablar de la salud que merece, por lo dramático, toldo aparte. Todo está de bulto. 

Entretener. Parece que leyó sobre “Politainment” que no es otra cosa, que informar la política, entreteniendo. Es decir, la política convertida en entretenimiento. Por eso monta circos. El consejo de ministros es un botón de eso. Intenta entretener pero aburre y preocupa.

Aburre porque los consejos de ministros son muy largos  y la sociedad impaciente, se impacienta con los tiempos largos y cambia de canal o hace scroll, es decir, se mueve vertical y rápidamente  por la pantalla, se desplaza de forma rápida, por contenidos digitales, sin detenerse en ninguno o por poco tiempo, en alguno, hasta el sin fin.

Pero además, es preciso hacer unas preguntas que preocupan  y que el gobierno debe responder:

  1. ¿Quién financiará la campaña a favor de la consulta? ¿El presupuesto público?
  2. ¿La campaña de la consulta financiará, indirectamente, a los candidatos petristas al congreso  de la república  y a los presidenciables petristas?
  3. ¿Es la campaña por el sí, la plataforma financiera de los candidatos petristas? 
  4. ¿Cuáles serán las preguntas para responder sí o no?  No se puede preguntar si aprueba o no las reformas que se hundieron en el Senado, ni tampoco se puede presentar el articulado para que se vote.
  5. ¿Las preguntas serán de corte populista? ¿Tendrán respaldo y rigor técnico?

Por último, no estamos en tiempos  de distraer ni entretener, ni para jugarle a Petro en estos campos, sino más bien, en cómo y con quiénes vamos a recuperar el país, a retomar el país el año entrante.

El país no puede seguir jugando el juego del caos, el que le gusta a Petro. Ni tampoco a la ruptura institucional y menos aún a un gobierno con el sol a las espaldas, cada vez más solo, entregado a su tribu y con poco oxigeno político. 

Ni mucho menos, en estas escases de plata, gastarse más de 500 mil millones de pesos en una consulta inconducente que no puede ordenar otra cosa que el Congreso tramite dichas reformas pero no puede obligar a que las apruebe con el enfoque o el articulado del gobierno. 

Por eso, ni los partidos políticos ni el Senado deben avalar este nuevo circo, que para circo habrá tiempo. Todavía quedan un año más de pan y circo presidencial.

Creado Por
Enrique Herrera Araújo
Más KienyKe
Liss Pereira y Ricardo Quevedo sorprendieron a sus fans con una boda llena de emociones y detalles lujosos.
Conozca que fue lo que dijo el presidente, tras la importante confesión de una de sus fichas más importantes.
Algunos conductores vivirán una pesadilla durante los últimos días de abril y los primeros de mayo.
Gustavo Petro recurrió a redes sociales para demostrar una vez más su admiración por Margarita Rosa de Francisco.