
Han pasado apenas unas semanas desde que Margarita Moreno alcanzó la cima del Monte Everest, el punto más alto del planeta. Fue el 24 de mayo de 2025 cuando la colombiana coronó este coloso del Himalaya, y tan solo 28 horas después ascendió también el Lhotse, la cuarta montaña más alta del mundo. Con ese doble logro, Moreno cerró un ciclo de siete años y se convirtió en la primera colombiana en escalar las Siete Cumbres, el reto que consiste en alcanzar el pico más alto de cada continente.
Este desafío, completado por apenas unas 750 personas a nivel mundial, es considerado uno de los mayores logros en el montañismo profesional. Para Margarita, sin embargo, representa algo más profundo: "Para mí significó que los sueños sí se cumplen si uno realmente cree en ellos. No importa qué tan grande sea el reto o la dificultad por la que estemos pasando, todo tiene solución", afirmó
Un sueño que comenzó con su padre
El viaje de Margarita hacia las cumbres del mundo comenzó en 2018, cuando escaló el Kilimanjaro, en África, junto a su padre. Aquel primer ascenso no solo fue emotivo, sino que marcó el inicio de un proyecto que, sin saberlo en ese momento, la llevaría a recorrer los rincones más extremos del planeta.
Después del Kilimanjaro, siguieron otras montañas emblemáticas: el Elbrus (Europa) en 2019, el Aconcagua (Sudamérica) también en 2019, el monte Vinson (Antártida) en 2022, el Denali (Norteamérica) y la Pirámide de Carstensz (Oceanía) en 2024. Finalmente, el Everest en 2025 selló su lugar en la historia del deporte colombiano.
La “zona de la muerte” y el desafío del Everest
Aunque cada montaña trajo sus propios retos, Moreno reconoce que el Everest fue la prueba más dura, tanto física como mentalmente. “Tuve dos momentos en los que pensé que no iba a poder. Pero respirando profundo, tomando agua y descansando recuperé energía”, recuerda.
El descenso fue especialmente complicado. Estuvo expuesta a la temida “zona de la muerte”, a más de 7.500 metros de altitud, donde el cuerpo comienza a deteriorarse por la falta de oxígeno. Tras la expedición, sufrió bronquitis y dificultades de concentración. “La recuperación fue dormir mucho, hidratarme y alimentarme bien”, explica.
Más allá del reto deportivo, Margarita quiso dar un sentido mayor a su travesía. Por eso creó el proyecto Vértex, una plataforma digital donde recoge su experiencia como montañista, corredora de maratones y aventurera polar. Allí Moreno no solo comparte sus logros, sino también reflexiones, aprendizajes y consejos para quienes sueñan con superar sus propios límites.
Preparación física y mental: clave del éxito
Para Margarita, el éxito en la montaña no se improvisa. La preparación para cada una de las cumbres fue rigurosa. Su entrenamiento incluyó carreras de resistencia, levantamiento de pesas, caminatas con cargas pesadas y simulaciones de condiciones extremas. En algunas expediciones, como las del Vinson, Denali y Everest, tuvo que cargar hasta 50 kilos de equipo entre su espalda y un trineo.
Un legado para Colombia
Con su hazaña, Margarita Moreno no solo escribe su nombre en la historia del montañismo internacional, sino que inspira a miles de colombianos a desafiar sus propios límites. Su historia es una prueba viviente de que los sueños grandes sí se pueden alcanzar, y que muchas veces el mayor obstáculo está en nuestra propia mente.
Margarita ha demostrado que la cima no es un lugar inalcanzable, sino el resultado de la pasión, la disciplina y la convicción de que todo es posible.