Bogotá vibró al ritmo de las voces femeninas en el marco del BIME, uno de los encuentros más importantes de la industria musical en Iberoamérica. En esta edición, la plataforma "Ellas Suenan" reunió a destacadas artistas con el objetivo de abrir espacios seguros y visibilizar las luchas y creaciones de las mujeres en la música. Entre las invitadas, Vivir Quintana, artista, activista y referente del feminismo musical latinoamericano, brilló con un mensaje claro: la música también es resistencia.
Un álbum que canta la injusticia
Durante su participación, Vivir presentó su más reciente trabajo discográfico: Cosas que sorprenden a la audiencia, un álbum que recoge diez historias reales de mujeres mexicanas que fueron encarceladas por defenderse de sus agresores. En sus propias palabras: “Es un álbum que recopila 10 historias de 10 mujeres que se defendieron de sus agresores y que las metieron a la cárcel. Les dijeron que se hubieran defendido menos”.
Con una narrativa poderosa y cruda, Vivir logra tender un puente entre el dolor y la esperanza, convirtiendo testimonios silenciados en canciones que invitan a reflexionar. “Creo que es importante contar estas historias y que la música sea ese puente para tener un diálogo con la gente. Esto es un tema importante para todas y todos”, señala la artista.
La música como revolución
Desde hace años, Vivir Quintana ha convertido su carrera musical en un acto de activismo constante. Famosa por su tema 'Canción sin miedo', convertido en himno feminista en América Latina, ha seguido componiendo desde una mirada crítica, comprometida y profundamente humana.
Para ella, el arte no puede desligarse de la realidad: “Yo tengo un dicho que digo que no hay música sin revolución ni revolución sin música”. Y esa consigna la guía no solo en los escenarios, sino en los encuentros íntimos con las protagonistas de sus canciones.
“No es nada más apropiarse de la historia y contarla, es también acompañarlas y decirles que no son solamente ese hecho que les pasó”, explica. Su trabajo es respetuoso, empático y profundamente ético: convierte la música en una forma de reparación simbólica, en una herramienta de resiliencia.
Cantar con ellas, no por ellas
Uno de los aspectos más potentes del trabajo de Vivir es su convicción de que las mujeres ya tienen voz; lo que necesitan es que se les escuche. En ese sentido, ella no se asume como portavoz, sino como una facilitadora: “Más allá de ser una voz para ellas, soy más bien un micrófono para ellas”, afirma.
Esa perspectiva no solo descentraliza el protagonismo artístico, sino que pone en valor las narrativas femeninas desde sus propias vivencias. “No es cantar por ellas, sino es cantar con ellas”, recalca. Ese gesto simbólico resuena especialmente en un contexto donde la industria musical sigue reproduciendo desigualdades de género, tanto en el acceso a escenarios como en la representación de historias.
Un elemento que ha sorprendido al público del nuevo álbum es que, pese a su contenido fuerte, algunas canciones tienen ritmos bailables. Esto ha generado reacciones encontradas, pero Vivir responde con contundencia: “Me dicen, oye, hay unas canciones que hasta sirven para bailar y me siento culpable. Y yo les digo, ¿por qué? Hemos bailado otras cosas que son sumamente negativas, peligrosas y difíciles”.
Para ella, el gozo es también un espacio político: “A las mujeres que están en cárceles incluso les quieren quitar el gozo y la alegría. Pero también podemos resistir desde el baile, desde el gozo y desde la música”. Esta visión transforma el escenario en un territorio de lucha emocional, donde se valida la alegría como forma de afirmación.
“Ellas Suenan”: más que una plataforma
La participación de Vivir Quintana en 'Ellas Suenan' no es solo relevante por su música, sino por el mensaje que encarna. Iniciativas como esta son fundamentales para enfrentar las barreras estructurales que viven las mujeres en la industria: brechas salariales, invisibilización, acoso, sexualización y falta de representación.
Abrir nuevos espacios para música hecha por mujeres, desde las mujeres y sobre las mujeres, es clave para cambiar las reglas del juego. Vivir lo resume así: “Si la vida te da un talento, lo puedes usar al servicio de una causa”. Y ella eligió poner su voz, sus letras y su presencia al servicio de una causa que nos atraviesa a todas.
Vivir Quintana no solo canta: transforma. Y en su paso por BIME, reafirmó que cuando las mujeres suenan, el mundo también escucha.
