
En un hecho clave para el Gobierno del presidente Gustavo Petro, el Senado de la República de Colombia aprobó este martes, en último debate, la controvertida reforma laboral. Con 56 votos a favor y 31 en contra, esta iniciativa —considerada uno de los pilares del programa de Petro— ahora pasará al proceso de conciliación con el texto previamente aprobado por la Cámara de Representantes. Una vez conciliado, será enviado al presidente para su sanción y entrada en vigor como ley.
La aprobación representa un giro significativo luego del rechazo inicial del Senado en marzo y la fallida solicitud de consulta popular presentada por el presidente. Aun así, el camino hacia la implementación definitiva aún no ha concluido, pues la conciliación debe realizarse antes del viernes, día en que termina el actual periodo legislativo.
¿Qué contempla la reforma laboral?
Entre los puntos más destacados de la reforma aprobada están:
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Cambio en el recargo nocturno: El horario para el pago de recargo nocturno se adelanta de las 9:00 p.m. a las 7:00 p.m., aunque el Gobierno buscaba que iniciara desde las 6:00 p.m.
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Contratos de aprendizaje con carácter laboral: Se establece que los aprendices del SENA tendrán una relación laboral formal, lo cual implica mejores garantías y prestaciones sociales.
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Fortalecimiento de derechos sindicales: Se amplían y garantizan los derechos de asociación y negociación colectiva para los trabajadores.
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Regulación del trabajo en plataformas digitales: Se establecen normas específicas para proteger a quienes laboran en aplicaciones de reparto o transporte, asegurando condiciones más equitativas.
Estas modificaciones buscan una mayor protección para los trabajadores y son consideradas por el Gobierno como el "mayor legado" para la clase obrera, según palabras del ministro del Interior, Armando Benedetti.
La consulta popular: un tema aún sin cerrar
Aunque la aprobación en el Senado representa una victoria política para Petro, aún queda una incógnita pendiente: la consulta popular convocada por decreto presidencial el pasado 11 de junio. Esta decisión generó una ola de críticas, demandas ante el Consejo de Estado y la Corte Constitucional, y fue calificada como inconstitucional por diversos juristas y sectores opositores.
El presidente argumentó que la versión de la reforma que se debatía en el Congreso no reflejaba con precisión los lineamientos originales propuestos por su Gobierno. No obstante, tras la votación favorable en el Senado, el ministro Benedetti afirmó que lo aprobado sí se alinea con los objetivos del Ejecutivo. Según él, una vez se realice la conciliación y se armonicen los textos entre ambas cámaras, el Gobierno estaría dispuesto a derogar el decreto que convoca a la consulta.
¿Qué sigue después de la conciliación?
La conciliación, prevista para realizarse antes del próximo viernes, será clave para que el proyecto finalmente se convierta en ley. Si ambas cámaras logran un acuerdo, el texto conciliado pasará a sanción presidencial.
En palabras del ministro Benedetti: “La ley es ley hasta que se vota la conciliación, entonces si no se vota la conciliación, no es ley.” Esto significa que, aunque el Senado ya dio su visto bueno, el proceso legislativo no está completo hasta que ambas cámaras acuerden el contenido final.
¿Cómo afecta esto a los colombianos?
La reforma laboral tiene un impacto directo en millones de trabajadores en Colombia. Las medidas buscan mayor formalización del empleo, mejor remuneración por trabajo nocturno y una regulación más moderna que contemple las nuevas dinámicas del empleo digital.
De aprobarse en su totalidad y sin modificaciones significativas en la conciliación, la reforma marcará un cambio profundo en las relaciones laborales en el país, consolidando una de las propuestas más ambiciosas de la administración Petro.
La aprobación en el Senado de la reforma laboral representa un paso crucial para el Gobierno, pero el proceso aún no está cerrado. Todo dependerá de la conciliación entre Senado y Cámara, un trámite que definirá si esta ambiciosa transformación del mundo laboral colombiano llega a buen puerto o queda nuevamente estancada. Mientras tanto, el país observa con atención este importante capítulo legislativo que podría redefinir el futuro del trabajo en Colombia.