La Defensoría del Pueblo emitió una alerta temprana ante el deterioro de la situación humanitaria en Tibú, Norte de Santander. El documento advierte un riesgo inminente para la población civil debido a la intensificación de la confrontación entre el ELN y las disidencias de las Farc, en particular el ‘Frente 33 Mariscal Antonio José de Sucre’ y el ‘Bloque Magdalena Medio Comandante Gentil Duarte’.
La alerta cubre la cabecera municipal y los corregimientos Reyes de Campo Dos, Pachelli y La Gabarra, así como más de 20 veredas rurales, donde la Defensoría identificó un escenario de violencia estructural que incluye homicidios, amenazas, secuestros, desplazamientos forzados y confinamientos.
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Escalada de violencia y control armado
Según el informe, Tibú vive un contexto de doble autoridad armada ilegal: distintos barrios y corredores viales se encuentran bajo dominio del ELN o de las disidencias, con retenes ilegales, inspección de celulares y restricciones a la movilidad. La Defensoría reporta el uso de minas antipersonal, artefactos explosivos improvisados y drones con explosivos, lo que incrementa el riesgo para comunidades rurales y centros educativos.
La violencia ha obligado al cierre de escuelas rurales desde enero, y los enfrentamientos afectan especialmente a niños, adolescentes, mujeres y pueblos indígenas Barí y Yukpa. La entidad advierte 35 casos de reclutamiento infantil registrados hasta julio y reportes de violencia sexual y explotación de mujeres migrantes venezolanas.
Comunidades en riesgo y llamado a acciones urgentes
La Defensoría pidió al Ministerio del Interior y a la Comisión Intersectorial para la Respuesta Rápida a las Alertas Tempranas (Ciprat) implementar de manera urgente las 20 recomendaciones de la alerta. Entre ellas, la desarticulación de los grupos armados ilegales, la protección colectiva para líderes sociales e indígenas y la asignación de recursos para el desminado humanitario en zonas priorizadas, especialmente cerca de escuelas y caminos veredales.
La entidad advirtió que, sin una intervención inmediata, la violencia podría extenderse hacia municipios vecinos del Catatumbo como El Tarra, San Calixto, Sardinata y Teorama, donde ya se registran movimientos armados y desplazamientos preventivos.
