
Durante el multitudinario acto encabezado por el presidente Gustavo Petro en la Plaza de Bolívar este primero de mayo, en el marco del Día del Trabajo y como escenario para impulsar una eventual consulta popular sobre la reforma laboral, un inesperado protagonista captó la atención de cámaras, asistentes y usuarios en redes sociales: el ministro del Interior, Armando Benedetti.
Pero no fue su respaldo al discurso presidencial ni una intervención memorable lo que lo llevó a los titulares. Fue su lenguaje corporal, su aparente desconexión emocional del acto y una serie de gestos que desataron especulaciones y preocupación entre los presentes y en el público digital.
Una actitud desconcertante en plena tarima presidencial
En varios videos ampliamente compartidos en redes sociales, se puede ver a Benedetti visiblemente ido. Su mirada perdida, la expresión vacía y una actitud corporal que denotaba incomodidad contrastaban con la energía y la efusividad del discurso de Petro, quien buscaba conectar con los asistentes para respaldar una polémica consulta popular que permita sacar adelante su proyecto de reforma laboral.
Uno de los momentos que más llamó la atención fue cuando el ministro se llevó la mano al pecho, luciendo pálido y sudoroso, lo que generó inquietud incluso entre sus colegas. La senadora María José Pizarro fue captada observándolo con evidente preocupación, y segundos después, intercambió una mirada significativa con la congresista María Fernanda Carrascal, quien hizo un gesto de aparente lástima hacia Benedetti.
Este comportamiento, inusual para una figura de su perfil en un evento de tal magnitud, no tardó en volverse viral, desatando una oleada de comentarios y teorías en redes sociales.
¿Qué hay detrás del gesto de Benedetti?
Las especulaciones no tardaron en aparecer. Muchos usuarios sugirieron que la actitud del ministro podría estar relacionada con el problema de adicción que él mismo admitió públicamente hace tan solo unas semanas. En marzo pasado, Benedetti confesó en una entrevista televisiva haber consumido sustancias psicoactivas durante diferentes periodos de su vida.
Esa revelación generó un fuerte debate en la opinión pública, no solo por la valentía del reconocimiento, sino por lo que ello implica en términos de responsabilidad y transparencia en altos cargos del Estado. Su testimonio, aunque humano y honesto, planteó interrogantes sobre su idoneidad para ejercer funciones públicas de alto nivel, especialmente en un momento político tan delicado.
Ahora, su desconcertante comportamiento durante el discurso presidencial no hace sino reabrir el debate: ¿está el ministro atravesando un episodio de recaída o simplemente fue víctima de un mal momento físico o emocional?
Reacciones en redes
Los usuarios en plataformas como X (antes Twitter) y TikTok no tardaron en reaccionar. Algunos mostraron empatía, sugiriendo que Benedetti podría estar atravesando una crisis de salud mental y pidiendo respeto por su situación. Otros, sin embargo, fueron mucho más críticos, asociando su actitud con una supuesta recaída y cuestionando su continuidad en el gabinete.
Por su parte, varios analistas políticos han señalado que este episodio podría debilitar aún más la posición del Gobierno frente a la opinión pública. En un momento en el que Petro busca capitalizar el respaldo ciudadano para impulsar reformas estructurales, imágenes como las de Benedetti desconectado y con apariencia descompuesta restan fuerza al mensaje presidencial y alimentan la percepción de desorden interno.
¿Qué viene ahora para Benedetti?
Hasta el momento, ni el ministro ni la Casa de Nariño han emitido un pronunciamiento oficial sobre el episodio. Sin embargo, la presión pública probablemente obligue a algún tipo de explicación en los próximos días, más aún si se considera la exposición mediática del hecho.
La controversia no solo pone nuevamente en el centro del debate el tema de la salud mental y el consumo de sustancias en figuras públicas, sino también el grado de transparencia y responsabilidad que debe exigirse a quienes ocupan posiciones clave dentro del Gobierno.