Casi dos décadas después del estreno de The Devil Wears Prada (El diablo viste a la moda), una película que definió el imaginario de la moda en el cine contemporáneo, la historia vuelve a cobrar vida. Esta vez, con una secuela ya confirmada y en marcha, los fans de Miranda Priestly y Andrea Sachs —los icónicos personajes interpretados por Meryl Streep y Anne Hathaway— están viviendo un verdadero déjà vu cargado de estilo, nostalgia y mucha expectativa.
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Aunque todavía no hay una fecha oficial de estreno, se ha confirmado que la película llegará a los cines en 2026. Mientras tanto, las primeras imágenes del rodaje ya están generando revuelo en redes sociales, especialmente tras la publicación de una fotografía por parte de Anne Hathaway, quien confirmó su retorno al papel con una frase contundente: “Andy Sachs 2025”.
La primera película, estrenada en 2006, se convirtió en un clásico no solo por sus actuaciones memorables, sino por cómo logró conectar el universo de la moda con una narrativa de crecimiento personal. Andy Sachs pasó de ser una joven periodista ajena a las tendencias a convertirse en una figura que entendía el poder del estilo. Hoy, el personaje ha evolucionado: es una mujer madura, segura de sí misma y, según se aprecia en las primeras imágenes, con un guardarropa que refleja esa transformación.
Primeros looks: sobriedad, elegancia y tendencia
Hathaway fue vista recientemente en las calles de Nueva York filmando algunas escenas de la nueva cinta. En una de las postales compartidas por la propia actriz, aparece con un look relajado pero chic: falda larga de jean, camiseta blanca sin mangas y chaleco, una combinación que refleja una versión más sobria de Andy, pero sin perder la esencia de su evolución.
En otra imagen —esta vez desde su cuenta oficial de Instagram— se la ve luciendo un conjunto monocromático de pantalón y chaleco a juego, una de las fórmulas favoritas de la moda actual. Es un estilo que se ha popularizado entre las llamadas “girlies”, como una forma contemporánea de vestir cómoda, sin renunciar al carácter ni al buen gusto.
Aún no se conocen detalles sobre la trama, pero todo apunta a que la secuela explorará el reencuentro entre Andy y Miranda en un contexto profesional y personal distinto. La gran incógnita es: ¿cómo ha cambiado la dinámica entre ellas después de tantos años? ¿Qué papel juega Andy ahora en la industria de la moda o el periodismo? ¿Y Miranda Priestly… ha suavizado algo su carácter?
Mientras las especulaciones crecen, una cosa es segura: The Devil Wears Prada 2 no solo traerá de regreso a personajes inolvidables, sino que volverá a marcar pauta en términos de narrativa, estilo y representación del poder femenino en la pantalla.
