Entre fascinante y perturbador podríamos calificar el juego que, por instinto, emprende el gato con el ratón y es lo que estamos presenciando con las jugadas y actuaciones en el teatro del mundo entre Trump, quien hace el papel del gato, y Maduro, el del ratón. En las recientes semanas hemos tenido la oportunidad de ver el desarrollo de la trama puesta en escena.
Acto 1
Donald Trump, el gato, decide hacer un canje de 252 prisioneros venezolanos que mantenía en el CECOC (Centro de Confinamiento del Terrorismo), la famosa cárcel construida por Nayib Bukele en El Salvador, en su mayoría pertenecientes a la temida banda criminal creada por el régimen chavista, el Tren de Aragua, a cambio de los rehenes americanos que le servían de moneda de canje a la dictadura, y unas decenas de presos políticos venezolanos. Primera muestra de la jugada gatuna de un negociador por naturaleza: le da una ventaja aparente al ratón para que busque salidas de escape agotándolo para que ni siquiera pueda morder cuando le llegue la hora fatal.
Acto 2
El ratón Maduro no puede cantar victoria porque se ha quedado sin rehenes. Sale de inmediato a poner presos a cerca de cuarenta líderes de la oposición a los que va a meter en mazmorras y los va a torturar a la espera de una nueva negociación.
Acto 3
De una manera inesperada, Donald Trump decide que la petrolera Chevron regrese a Venezuela con ciertas condiciones cuando parecía que su reciente salida no tendría reversa, generándole confianza al ratón para que se siga moviendo y perdiendo fuerzas.
Acto 4
Entra en escena otro ratón, pero este nuevo bastante cobarde y muy mequetrefe como para no meterse en la pelea. Para ello se sirve de sus áulicos encabezados por el marqués de Saade, quien se trasnochó hablando con el ratón en Miraflores, pero no tanto como con su jefecito, el ratón de la Casa de Nariño.
Acto 5
Mostrando una confianza que raya con la idiotez, los ratones deciden hacer una jugada estratégica que les va a costar muy, pero muy cara. De parte del gobierno colombiano e Incumpliendo una cita con los arroceros, la ministra de Comercio viajó con Saade a firmar un acuerdo de entendimiento para la creación de una Zona de Paz, Unión y Desarrollo Binacional. Quienes firmaron en representación de la tiranía venezolana fueron la ministra de Comercio Exterior junto a la impresentable vicepresidente, Delcy Rodríguez.
Acto 6
Dicen que este acto de soberbia de parte de los dos ratones enfureció al gato. Ya se verá que las cosas no son de ese tono. El gato mantiene la calma mientras ve a los ratones envalentonarse creyendo que con acciones llenas de soberbia van a lograr una salida.
Acto 7
El gobierno de Estados Unidos, a través del Departamento del Tesoro y del Departamento de Estado, toma la decisión, tan esperada en la región, de calificar al Cártel de los Soles como organización terrorista. Es la estocada previa al fin de la dictadura, Maduro junto con miembros de su gobierno y altos mandos militares encabeza una banda terrorista que significa un peligro a la seguridad de los Estados Unidos de América.
Acto final
Donald Trump se toma su tiempo. No va a acabar con Maduro de un zarpazo, no es ese tipo de depredador. Es un gato que sabe jugar con su presa antes de matarla.
Está por verse en escena el final tan esperado. El gato tiene todo bajo control y el esperado desenlace se verá muy pronto. Esperamos que se engulla a los dos ratones aprovechando la ocasión.