
El reciente anuncio de Grupo Nutresa sobre el cierre de su planta de Alimentos Cárnicos en el Cauca ha generado un clima de incertidumbre entre los empleados, quienes fueron notificados de la liquidación de sus contratos sin explicaciones claras sobre los motivos detrás de esta decisión.
Según informes de La República, esta medida ha dejado una serie de interrogantes sin respuesta, tanto para los trabajadores afectados como para la comunidad local y los analistas del sector.
Una filial clave para la rentabilidad del Grupo Nutresa
Alimentos Cárnicos ha sido una de las filiales más rentables dentro del conglomerado Nutresa. Con marcas reconocidas como Rica Rondo y Cunit, esta unidad ha logrado un crecimiento destacado en los últimos años. Según los resultados financieros de la compañía, en 2024 Alimentos Cárnicos alcanzó un beneficio neto de 174.286 millones de pesos, colocándose como la segunda unidad más rentable de Nutresa, solo detrás de la Compañía de Galletas Noel, que reportó ganancias por 176.956 millones de pesos, según La República.
El desempeño de la planta era notable, con un aumento del 82,6% en sus utilidades en comparación con los 95.423 millones obtenidos en 2023. Sin embargo, a pesar de estos resultados positivos, la decisión de cerrar la planta en el Cauca ha sorprendido a muchos, especialmente considerando el crecimiento y la estabilidad financiera que había mostrado la filial.
Impacto en la comunidad y en el sector productivo
La clausura de la planta no solo afecta a los empleados de Alimentos Cárnicos, sino también a los proveedores y la economía de la región. La planta de Alimentos Cárnicos era una fuente clave de empleo y desarrollo para la comunidad local, por lo que su cierre representa un golpe significativo para el sector productivo del Cauca.
Con cientos de empleos directos e indirectos en juego, la incertidumbre sobre el futuro de los trabajadores ha generado un ambiente de preocupación entre sus familias. Además, los proveedores que dependían de la planta para la comercialización de sus productos se ven ahora frente a una situación incierta que podría afectar su estabilidad económica.
Posibles razones detrás de la decisión
Los analistas del sector han especulado sobre las razones que llevaron a Nutresa a tomar esta drástica decisión. Algunas voces apuntan a que el cierre podría ser parte de una estrategia de reestructuración empresarial, que incluiría la venta de activos no esenciales. Esta hipótesis gana fuerza, especialmente teniendo en cuenta que Alimentos Cárnicos forma parte de las empresas que figuran como codeudoras en el contrato de crédito puente de 2.000 millones de dólares firmado por Nutresa con la banca internacional.
Este préstamo, uno de los más elevados para una compañía privada en Colombia, involucra no solo a Alimentos Cárnicos, sino también a otras importantes filiales como Colcafé, Novaventa, Comercial Nutresa, Meals Mercadeo de Alimentos de Colombia, IRCC, Industria de Restaurantes Casuales, Compañía de Galletas Noel y Compañía Nacional de Chocolates.
Aunque la compañía no ha emitido declaraciones oficiales detalladas sobre las razones detrás del cierre de la planta, los analistas sugieren que la reestructuración podría estar motivada por la necesidad de optimizar la operación y concentrar los recursos en unidades más rentables.
Falta de claridad y expectativas de compensación
Uno de los mayores inconvenientes para los trabajadores es la falta de información clara sobre los planes de compensación o reubicación laboral. La incertidumbre sobre qué ocurrirá con los empleados despedidos ha aumentado la preocupación en las filas de Nutresa. La falta de respuestas oficiales ha dejado a cientos de personas en un estado de vulnerabilidad, sin saber si podrán continuar con su labor dentro del conglomerado o si recibirán algún tipo de compensación.
El futuro de Nutresa y sus trabajadores
Este cierre es un capítulo más dentro de los ajustes estratégicos que ha vivido Grupo Nutresa en los últimos tiempos, especialmente tras la adquisición por parte del empresario Jaime Gilinski. La toma de control por parte de Gilinski ha sido vista con cautela por muchos trabajadores, quienes aseguran que las presiones laborales y los cambios repentinos en la estructura organizacional han afectado la estabilidad que caracterizaba a la empresa.
El panorama es incierto y, a medida que Nutresa ajusta sus operaciones, se espera que en los próximos días se emitan comunicados que esclarezcan el futuro de los empleados y los detalles de la reestructuración. En este contexto, los trabajadores y sus familias esperan respuestas claras y justas para enfrentar lo que se viene en los próximos meses.