En el camino hacia el olimpo, Rafael Nadal sigue sumando títulos de Grand Slam. Ahora en su palmarés tiene 16 campeonatos luego de enfrentar al sudafricano Kevin Andersen con parciales de 6-3, 6-3 y 6-4. El español ganó su tercer Grand Slam en tierras estadounidenses y el 2017 ha sido un año lleno de grandes resultados para el nuevo número uno del mundo.
El renacer de 'Rafa' ha demostrado que la edad no es impedimento y que la buena recuperación es la clave para no haber perdido su nivel en los servicios y la resistencia en partidos que superan las dos horas. Sin embargo, en su carrera no todo ha sido color de rosa.
A la edad de 28 años, el español empezó a bajar su rendimiento, además de las prolongadas lesiones en muñecas, rodillas, espalda, tendones y pies, así como calambres y mareos. Se dijo que no volvería a tener el mismo nivel. Acertaron. Ahora es mucho mejor que cuando empezó a jugar contra grandes deportistas y dejar en alto la bandera española y la pasión del 'Toro'.
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El mallorquín decidió concentrarse en su país natal para mejorar su rapidez y nivel. Los cambios que ha hecho, le han sentado muy bien. Empezó haciendo la transición de entrenador por el exnúmero uno Carlos Moyá, un aspecto fundamental en su carrera.
Ahora entrena con más peso, le puso tres gramos de plomo a la cabeza de su raqueta y así consiguió un cambio radical en su drive (golpe de derecha). Además perdió kilogramos y masa muscular lo que hace que sea más rápido en sus movimientos.
En lo corrido del 2017 ha conseguido su décimo título en Roland Garros, además de decirle al mundo que no hay que retirar al que aún puede luchar por ser el mejor. Es el número uno, y su escolta es el suizo Roger Federer en el ranking ATP.
El año fue equilibrado para los dos: Federer se quedó con Australian Open y Wimbledon, y Nadal con el torneo 'galo' y Us Open. Sin embargo, aún quedan Masters 1000 y el torneo de Maestros en los que quiere defender su número uno.
