
El Kremlin negó este lunes que exista algún progreso respecto a una eventual cumbre tripartita entre los presidentes de Rusia, Ucrania y Estados Unidos, tras las declaraciones recientes de Donald Trump, quien sugirió que la reunión podría celebrarse “relativamente pronto”.
Moscú descarta movimientos
En su rueda de prensa telefónica diaria, el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, fue tajante: “De momento no hay avance alguno”. Con esta afirmación, el Kremlin contradijo los dichos del mandatario estadounidense, que habían despertado especulaciones sobre un eventual encuentro de alto nivel con Vladímir Putin y Volodímir Zelenski.
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Las declaraciones de Trump
El domingo, Trump habló con varios medios de prensa en New Jersey, donde insinuó la posibilidad de una reunión trilateral. “No sé, relativamente pronto. Resolveremos este asunto de un modo u otro, pero relativamente pronto”, dijo el presidente estadounidense al referirse al conflicto entre Rusia y Ucrania.
Sus palabras llegaron apenas un día después de haber considerado “improbable” un diálogo directo entre Putin y Zelenski, debido a la animadversión personal que, según él, existe entre ambos mandatarios. “Pienso que tendré que encabezar las negociaciones. Ellos se odian el uno al otro”, añadió.

Contexto de la guerra
Las declaraciones se producen en un contexto marcado por la persistencia de la guerra en Ucrania, iniciada en febrero de 2022 tras la invasión rusa. Mientras Moscú mantiene sus operaciones militares en varias regiones del país vecino, Kiev insiste en que no habrá diálogo con el Kremlin hasta la retirada de las tropas rusas.
Por su parte, Washington ha mantenido un papel clave en el apoyo militar y económico a Ucrania, aunque la eventual mediación directa de Trump introduce un elemento de incertidumbre en la diplomacia internacional.
La posición rusa
Con la respuesta de Peskov, Rusia busca dejar claro que, por ahora, no existe ninguna negociación en marcha para una cumbre de este tipo. El Kremlin se mantiene firme en señalar que las iniciativas diplomáticas deben reconocer sus intereses estratégicos y cuestiona la posibilidad de que Zelenski acepte una mesa de diálogo sin condiciones previas.
En conclusión, mientras Trump insiste en que podría asumir un rol central para destrabar las conversaciones, Moscú desmiente cualquier avance hacia una reunión tripartita. El conflicto entre Rusia y Ucrania, con Estados Unidos como actor fundamental, sigue sin una salida política a la vista.