La Contraloría General de la República abrió un proceso de vigilancia y control fiscal sobre la adquisición de una flota de aeronaves Gripen E y Gripen F compradas por el Gobierno a la empresa sueca SAAB. La entidad solicitó al Ministerio de Defensa entregar información completa sobre el proceso contractual que dio lugar al acuerdo, luego de que surgieran cuestionamientos y dudas sobre las condiciones de la negociación.
El contralor Carlos Hernán Rodríguez remitió un requerimiento al ministro de Defensa, Pedro Sánchez, solicitando copia íntegra del contrato suscrito y del expediente que abarca tanto la etapa precontractual como la contractual. También pidió incluir el concepto de la empresa que asesoró al Ministerio en el proceso de contratación.
Documentos y evaluaciones solicitadas
Como parte del ejercicio de control, la Contraloría exigió los soportes de las diferentes opciones evaluadas para la adquisición de aeronaves. Entre estas se encuentran alternativas como aviones franceses o F-16, indicando las razones técnicas, legales y económicas que llevaron a la selección de los Gripen E (monoplaza) y Gripen F (biplaza). Para este proceso se contemplan 16 aeronaves, según datos entregados por la entidad.
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El proceso de compra ha sido objeto de críticas por parte de sectores de oposición que cuestionan presuntos sobrecostos y la transparencia del acuerdo. Incluso, el caso fue remitido a la Unidad Nacional Anticorrupción de Suecia para que se investiguen posibles actos irregulares que presuntamente involucrarían a la exprimera dama y al Ministerio de Defensa.
Respuesta del Gobierno Nacional
Frente a los cuestionamientos, el presidente Gustavo Petro se pronunció en sus redes sociales, asegurando que las críticas desconocen los alcances del contrato. El mandatario reiteró que la negociación contempla aeronaves nuevas y que la Fuerza Aeroespacial Colombiana seleccionó la propuesta más conveniente con apoyo técnico de Estados Unidos.
El presidente destacó que el acuerdo incluye offset, mantenimiento, repuestos y transferencia tecnológica. También comparó la adquisición con ofertas recibidas en el pasado, como F-16 de tercera mano o los aviones Rafale franceses. Según explicó, el proceso permitirá fortalecer la integración con la industria aeroespacial de Brasil dentro de una estrategia que busca mayor independencia en defensa y producción tecnológica militar.
Debate por costos y componentes
A pesar de las aclaraciones, persiste el debate sobre el valor de la adquisición. Sectores políticos han señalado que Colombia habría pagado cerca de USD 213 millones por unidad, mientras que otros países, como Tailandia, habrían adquirido aeronaves Gripen por un valor inferior.
Otro punto de controversia proviene de las características técnicas de los aviones. El precandidato Abelardo de la Espriella pidió al Gobierno de Estados Unidos vetar la compra argumentando que los Gripen utilizan motores General Electric F414, lo que los somete a regulaciones ITAR que podrían restringir el suministro de repuestos si no existen permisos adecuados.
Compromisos y próximos pasos
El Ministerio de Defensa explicó que el contrato con SAAB incluye un Convenio de Cooperación Industrial y Social, orientado a la transferencia tecnológica y al desarrollo industrial en áreas como salud, vivienda y transición energética.
El presidente Petro afirmó que el proceso se adelantó con transparencia y que no permitirá pagos de comisiones ni actos de corrupción. Asimismo, anunció un nuevo Conpes destinado a fortalecer la producción nacional de drones, armas, blindajes y equipos militares en diferentes modalidades.
