
La mesa de diálogo entre el Gobierno Nacional y los arroceros terminó sin acuerdos y en medio de acusaciones cruzadas. Lo que debía ser el primer paso para levantar el paro indefinido terminó en un nuevo desencuentro, marcado por la ausencia de las ministras de Comercio y Agricultura, cuya representación fue asumida por sus viceministros. Para los líderes campesinos, este gesto fue una muestra de desinterés y falta de respeto.
“No queremos interlocutores. Estamos cansados de reuniones que no conducen a nada. Si el Gobierno no se toma esto en serio, el paro seguirá”, afirmó Óscar Gutiérrez, director de Dignidad Agropecuaria, al anunciar que el paro nacional se mantiene ante lo que calificó como una evidente falta de compromiso del Gobierno.
Desde el Ejecutivo, la versión es otra. Según los viceministros Geidy Ortega (Agricultura) y Luis Felipe Quintero (Comercio), ha habido disposición plena al diálogo, incluso con más de dos decenas de encuentros previos. Ortega aseguró que hay avances sustanciales en el pliego de solicitudes, y que recientemente se emitió una resolución, aún abierta a comentarios, con medidas concretas para estabilizar los precios del arroz por región.
“Nos hemos reunido en más de 28 espacios y seguimos abiertos al diálogo. Pero también pedimos que cesen los bloqueos para poder avanzar”, sostuvo Ortega.
A su vez, el Gobierno recordó que el 14 de julio se llevó a cabo una reunión amplia en la que participaron gobernadores, congresistas, representantes del sector privado y productores de regiones clave como Casanare, Meta, Huila, Mojana y Tolima. “Este no es el primer espacio, es uno más en un proceso largo”, enfatizó Quintero.
Dos posturas enfrentadas, ningún avance
Mientras el Gobierno insiste en que ha cumplido y pide voluntad para avanzar, las dignidades campesinas se sienten ignoradas y reiteran que no habrá nuevos acercamientos sin presencia directa de las ministras. Para los manifestantes, las respuestas siguen siendo genéricas, y los anuncios no atacan los verdaderos problemas: la caída de precios, el alza de los insumos y la falta de protección frente a importaciones.
El resultado: el paro continúa sin tregua ni fecha clara de resolución.