
A pesar de la conmoción generada por el ataque contra un helicóptero en Amalfi (Antioquia), que dejó 13 policías muertos y 8 heridos, el Gobierno Nacional y la disidencia de Calarcá Córdoba, conocida como Estado Mayor de Bloques y Frente (EMBF), iniciaron este domingo el séptimo ciclo de conversaciones en el caserío de El Diamante, en los Llanos del Yarí.
El encuentro se extenderá hasta este lunes y contó con la presencia de delegados del Ejecutivo y de la organización armada, quienes ratificaron su decisión de mantener abierta la mesa de negociación en medio de la crisis de seguridad.
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El ataque en Amalfi y su impacto en la mesa
El atentado ocurrido el 21 de agosto contra un helicóptero Black Hawk de la Policía Nacional ha sido atribuido al Frente 36 de las disidencias. Según las investigaciones, la ofensiva se ejecutó mediante drones modificados con explosivos, un hecho que reavivó el debate sobre el salto tecnológico de los grupos armados ilegales.
Aunque el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, inicialmente sugirió la participación del Clan del Golfo, la información oficial confirmó que se trató de una acción de las disidencias bajo el mando de alias Calarcá. La operación dejó en evidencia la capacidad de fuego de la organización, que mantiene presencia en Anorí y Angostura (Antioquia).
El gobernador Andrés Julián Rendón exigió mayor claridad al Gobierno central sobre la autoría de los hechos, señalando la preocupación de los antioqueños por la seguridad en la región.
Delegaciones presentes en el séptimo ciclo
El encuentro en El Diamante fue liderado por Gloria Quiceno, jefa negociadora del Gobierno, quien estuvo acompañada por Yezid Arteta, Feliciano Valencia, Luz Dary Landázuri y la coronel Genny Calvo Olmos.

Por parte de la disidencia asistieron Leopoldo Durán, jefe negociador del EMBF, así como Tomás Ojeda y el propio Calarcá Córdoba.
A pesar de los hechos violentos recientes, Calarcá aseguró que el ataque en Amalfi “no fue un plan deliberado contra la Policía, sino un episodio derivado de combates con el Clan del Golfo en la zona, justo cuando el helicóptero descendía en operaciones de erradicación de cultivos ilícitos”. Su discurso buscó restar peso político a la ofensiva, aunque en la opinión pública la acción despertó dudas sobre el compromiso real de la disidencia con el proceso.
Compromisos alcanzados en el Yarí
En esta nueva fase, las delegaciones definieron la creación de un espacio participativo permanente donde las comunidades podrán aportar directamente a la construcción de acuerdos. Además, se instalarán mesas temáticas que abordarán asuntos económicos, sociales, de justicia y reparación, seguridad, política y cultura de paz.
El Gobierno destacó que la presencia de cientos de campesinos en las reuniones es un signo de respaldo social a la negociación y una muestra del interés comunitario en que la paz se traduzca en transformaciones territoriales reales.
Aunque el diálogo avanza, la ofensiva armada de las disidencias sigue poniendo a prueba la estrategia de “paz total” del presidente Gustavo Petro. La identificación de alias Chejo como presunto responsable del ataque con drones en Amalfi, y su rol como experto en explosivos dentro del Frente 36, plantea un desafío para la credibilidad de la mesa.