Bajo el esmaltado aviso en letra de oro que baña el cielo de piedra del Salón Elíptico donde se lee Vox Populi, clavaban las tres de la tarde y no había nadie donde más de una hora después se efectuaría la elección del Secretario General del Senado de la República. El Congreso había prometido mostrarle al país que el fraude a la justicia era cosa del pasado abriéndole las puertas a la esperanza democrática de los colombianos que hace pocos días habíamos sepultado históricamente con nuestro descontento e indignación activa lo imposible: reversar una reforma constitucional donde Parlamento, cortes, Fiscalía y el silencio adueñado de los órganos de control se selló la impunidad más grosera en 200 años de olvido de Patria. El Secretario electo resultó ser otra traición, el Secretario de una Comisión del Congreso que junto con el segundo se daban por herederos de la clase política. No sirvió de nada la audiencia pública de evaluación, ni el concurso de la Esap ni de la Procuraduría; más de 116 candidatos regresaron con su tristeza al día a día de sus vidas con una esperanza más embolatada.
Fue una farsa la elección televisada, que solo dejó público sabor de que el Congreso no sirve para nada distinto que para burlarse del país. Ver sus destemplados discursos, su estridente risotada vestida de paño, su descomedimiento encorbatado...en fin su olvido de país... con varios senadores, especialmente uno huilense, con cara de boleta de captura, esperaba seguir en la lista de la Corte Suprema encabezada por Dilia Francisca Toro, con una detención a la salida del recinto...
En los twiters ya no se oía el trinar del descontento, pocos votaron en blanco, fue un entierro de tercera. No oí a Angelino Garzón, Álvaro Uribe, Antonio Navarro, Clara López o el añoso constitucionalista Carlos Gaviria, tampoco a Piedad Córdoba, ni al gobierno nacional en defensa de la votación nominal y pública y sus voceros. Si los hubo, parecían o bien parte de la maquinaria, o temerosa de enfrentarla seriamente...había pasado lo mismo en Cámara y su secretario general... la gran prensa se movía entre el tibio desconcierto y la suave entrevista al descalificado ganador que pregonaba "hay que empoderar al Congreso", como si ya no tuvieran suficiente.
Yo pensaba que por el contrario, como no existía para los males de la democracia ningún otro remedio que la democracia misma había que empoderar al ciudadano... al pueblo jodido, quitarle los privilegios a los congresistas, y desmontar el macro orangután del acto legislativo 1 de 2011, y claro, revocar el Congreso....así como la ley 100 sobre el modelo genocida de salud...
Cómo pedirle a este Congreso más de lo que puede darle a la país. Este Congreso se agotó. Ni la salud y la justicia vendrán de sus manos impunes. Mejor si renunciaran y le preguntaran al pueblo si les ratifica antes de seguir...
Dos años más de este Congreso que se sustenta en sí mismo será un estorbo para la democracia, seguirá siéndolo mientras no se sustente por completo en la voluntad cívica... en su castigo y premio...el voto limpio para el cual estamos más que nunca preparados los y las colombianos (as)...
Se equivocan quienes piensan que desde la expedición de la Carta estos 21 años de narcotráfico, fraude electoral, trampa y rampante corrupción, de narcoparamilitarismo abierto, de parapolítica después del hundimiento de la "reforma a la Justicia" el país es el mismo... los únicos que quizás sean los mismos son quienes así lo ven. El país está ahora demandado un cambio serio sincero e incluyente hacia el ciudadano como tal, no hacia sus intermediarios fornidos, y claro solitarios...tristes...porque en Colombia quien tiene menos ríe más y construye su alegría sobre la base de solidaridades efectivas, simples pero hondas como una estrategia soberana de sobrevivencia continua, plena frente al desafío de su plato diario de arroz y papas cuando más...de músicas festivas...de aguzamiento cabal en lo casual...
Como país sentimos que ya no nos callan ni las amenazas, ni los tiros, ni traqueteos, ni ultravirulentos. Somos más y mejores los de a pie...juntos nada nos traspasa sino la solidaridad que suma... y a este grito se suma la sociedad mayor: muchos y cada quien desde su esquina, desafío y sentido de patria, desde su ventaja o desventaja, desde su muladar o trinchera... desde su cambuche o empresa... desde su desarme y rabia entera...desde su confort o despropósito... inmigrantes nostálgicos de su terruño, dueños de su lágrimas, sudores, de la distancia de familia abandonados a su no siempre tan florida suerte global...
Más allá del estruendo legal sobre las normas y propósitos gastados en el discurso jurídico de bancadas, voto nominal y público, nos queda espectacularmente claro que se hace necesario e inaplazable revocar el Congreso, desmontarle sus privilegios, incluido el orangután mayor —Acto Legislativo 1 de 2011—, de la mano con la derogatoria de la ley 100 para crear un nuevo pacto por la salud, la justicia y la legitimidad en la representación como nueva Batalla de Boyacá: vox populi.
Posdata
De destacar la respuesta regional del referendo sobre revocatoria del Congreso y salud, que regionalmente avanza de manera firme, en un proceso de formación ciudadana activa a través de una propuesta básica integral. Puede encontrar los formularios e inscribirse en nuestro sitio web abajo indicado y en www.referendosaludyrevocatoriaya.com
www.redver.org
@pablobustossanc
Reddeveeduriasdecolombia@gmail.com
Crónica de una elección cantada: Secretario del Congreso
Vie, 03/08/2012 - 00:00
Bajo el esmaltado aviso en letra de oro que baña el cielo de piedra del Salón Elíptico donde se lee Vox Populi, clavaban las tres de la tarde y no había nadie donde más de una hora des