
Hace ocho años, las Fuerzas Militares colombianas lograron dar el golpe más fuerte contra las FARC abatiendo al primer miembro del secretariado guerrillero en el país.
Raúl Reyes, jefe del Bloque sur de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), fue dado de baja el primero de marzo de 2008 en el operativo “Fénix”, realizado por las Fuerzas Militares de Colombia.
El operativo se hizo en Ecuador sobre las 10:30 de la noche, cuando según la inteligencia militar, Reyes dormía en su “campamento madre”. Después de la autorización del entonces Presidente de la República Álvaro Uribe, las fuerzas militares entraron en acción y luego de un bombardeo fue abatido el guerrillero junto con otros insurgentes encargados de la guardia esa noche.
A sus 60 años de edad, había acumulado más de 121 procesos nacionales e internacionales en su contra por diferentes juzgados y fiscalías, acusado por los delitos de homicidio, secuestro y terrorismo, aún sin ser juzgado, el jefe guerrillero ya tenía 14 condenas en su contra.
Raúl Reyes, cuyo verdadero nombre era Luis Édgar Devia Silva, nació en La Plata, departamento del Huila, ingresó a las FARC en los años 70 integrando el bloque tercero del mismo departamento. Con el tiempo logró ganarse la confianza de Manuel Marulanda Vélez ‘Tirofijo’ (fundador de las FARC), llegando a ser jefe de comunicaciones. Al volverse cabecilla fue el encargado de recibir y administrar los dineros producto de los secuestros, la extorsión y el narcotráfico.
Dentro de sus delitos más conocidos se encuentran la masacre de Bojayá, que tuvo lugar el 2 de mayo del año 2002, en Bogotá el atentado contra el Club El Nogal el 7 de febrero de 2003. Fue negociador de las FARC en el proceso de paz llevado a cabo en el gobierno de Andrés Pastrana (1998-2002).
Con su muerte las fuerzas militares colombianas obtuvieron el mayor éxito contra el grupo guerrillero, marcando una nueva era en la guerra contra estos grupos al margen de la ley.