En el fragor de la guerra la mayor victoria no se consigue con la espada sino con la estrategia. Sun Tzu, el legendario estratega chino, lo comprendió hace más de dos milenios al afirmar que “la mejor victoria es vencer sin combatir”. En Colombia esta lección resulta vigente e imprescindible. Durante décadas la respuesta al crimen ha sido reactiva: despliegues policiales masivos, operativos espectaculares y una constante promesa de endurecimiento de penas. Sin embargo, la historia demuestra que el combate frontal sin una planificación estructurada es una batalla condenada al desgaste. La seguridad no se gana con fuerza bruta, sino con inteligencia, liderazgo y adaptabilidad.
La aplicación de los principios de Sun Tzu a la seguridad ciudadana exige una transformación en el liderazgo y la estrategia de las fuerzas de seguridad. El aumento del número de uniformados en las calles requiere una visión de seguridad basada en la prevención y la anticipación del delito. “Si conoces al enemigo y te conoces a ti mismo, no deberás temer el resultado de cien batallas”, aseguró Sun Tzu. La incógnita es: ¿realmente conocemos las dinámicas del crimen en Colombia? Los grupos delictivos han evolucionado y mutado al diversificar sus operaciones y sofisticar sus estructuras. Sin inteligencia preventiva y sin coordinación entre las agencias de seguridad las acciones policiales seguirán siendo reactivas y, en muchos casos, ineficaces.
Un verdadero liderazgo en seguridad desestima el autoritarismo y se enfoca en coherencia y estrategia. Sun Tzu hablaba de la “doctrina” como el factor que genera cohesión entre gobernantes y gobernados. En la seguridad ciudadana esta doctrina podría traducirse en una visión compartida entre el Estado, las entidades con responsabilidad en seguridad y la ciudadanía. Un primer paso implica restaurar la confianza en las instituciones de seguridad y justicia a partir de un liderazgo efectivo con el ejemplo, y garantizar la transparencia en las operaciones así como el fomento de la cooperación con la comunidad. “Haz que tus soldados sean como una sola persona”, escribió Sun Tzu, una máxima que contribuiría al estímulo de unidad tanto en las fuerzas de seguridad como en la sociedad.
Las enseñanzas del estratega chino sobre el uso del terreno y la adaptabilidad también son aplicables a el contexto nacional. “El terreno implica las distancias y hace referencia a dónde es fácil o difícil desplazarse”, explicaba Sun Tzu. En seguridad, esto significa que cada región del país presenta retos únicos: no es lo mismo enfrentar la delincuencia en una metrópoli como Bogotá que en una zona rural dominada por economías criminales. La estrategia se articula de acuerdo con las condiciones específicas del entorno, con un despliegue de recursos e inteligencia ajustado a cada entorno. En este sentido, el uso de tecnología, como sistemas de vigilancia y análisis de datos, es esencial para mapear el crimen y anticiparse a sus movimientos.
La seguridad en Colombia no se alcanzará con operativos esporádicos ni con discursos de mano dura, sino con una estrategia de largo plazo basada en la inteligencia, el liderazgo y la cohesión social. Se necesita un gobierno que entienda la seguridad como una cuestión de Estado, no de coyuntura política. Es imperativo fortalecer la prevención del delito, mejorar la coordinación interinstitucional y garantizar que la ciudadanía participe activamente en la construcción de entornos seguros.
El reto está planteado. El país tiene la oportunidad de reconfigurar su estrategia de seguridad con inteligencia y visión, sin improvisaciones y el uso excesivo de la fuerza. Como escribió Sun Tzu, “el supremo arte de la guerra es someter al enemigo sin luchar”. En nuestras ciudades, es momento de que el liderazgo en seguridad en Colombia se inspire en la estrategia y no en la fuerza bruta. La victoria en esta batalla no dependerá del número de armas en las calles, sino de la inteligencia con la que sepamos utilizarlas. La mejor estrategia de seguridad no será la confrontación directa, sino aquella que logre desarmar al crimen antes de que actúe.