La Policía Nacional está investigando si el denominado 'Clan Úsuga' estaría fomentando un plan pistola en el país después de que, en los últimos días, siete integrantes de esa institución fueran asesinados. Según las autoridades, la banda estaría ofreciendo dos millones de pesos por acabar con la vida de cada uniformado.
El pasado 24 de marzo, en un operativo de la Fuerza Pública, Jairo de Jesús Durango, alias 'Guagua' o 'Rubiel', fue abatido en el Medio Baudó, departamento del Chocó. Este sujeto era quien comandaba los negocios ilegales de la organización en la Costa Pacífica colombiana, por lo que su deceso fue considerado como uno de los golpes más duros contra la estructura armada.
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La orden de los Úsuga de recompensar a todo aquel que acabe con la vida de un Policía se habría dado como represalia del operativo que acabó con la vida de quien también era el jefe militar del grupo ilegal.
Durante semana santa, dos uniformados murieron en un ataque en la noche del domingo, en Nariño; un agente perdió la vida en Antioquia; otro falleció por un ataque en el Cauca, y tres más perecieron en un retén dentro de Cartagena cuando dos personas que iban en una moto no se detuvieron y se enfrentaron con las autoridades.
La Policía, en coordinación con las Fuerzas Armadas, están en alerta por esta situación y se encuentran desarrollando operativos en varias zonas de Colombia en las que tienen presencia los Úsuga. Además, se ha dado la orden de incrementar y reforzar la socialización y comunicación sobre esta amenaza en todo el territorio nacional.
La Fuerza Pública también le exigió a sus unidades gestionar acciones de seguridad para sus instalaciones e integrantes con el objeto de reducir cualquier riesgo pues, presuntamente, habrían detectado planes de la banda criminal para atentar contra la infraestructura del Ejército y la Policía, así como contra sus miembros, en Antioquia y Chocó, especialmente.
