
Alberto Santos Fuentes había denunciado las constantes amenazas e invasiones a su territorio antes de morir. Sin embargo, a pesar de las repetidas denuncias y peticiones de protección al Estado, fue asesinado por varios hombres armados motorizados que llegaron a su finca ubicada en el municipio de Río Viejo, Bolívar, y lo ultimaron con varios disparos al frente de su familia.
Este hombre, de 54 años, desempeñaba un importante papel como líder campesino y reclamante de tierras ante la Unidad de Restitución de Tierras, razón por la cual recibía múltiples amenazas en contra de su vida e integridad.
Desde el Ministerio Público de Norosí, municipio cercano al lugar en el que sucedieron los hechos, se informó que en repetidas ocasiones, Santos Fuentes había solicitado más seguridad a la Unidad Nacional de Protección, ya que solo contaba con un chaleco antibalas y un celular.
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Este acto de violencia que se presentó el pasado domingo 27 de enero, alertó a las autoridades policiales y a los líderes sociales y defensores de los derechos humanos del sur del departamento, quienes solicitaron al Gobierno Nacional más atención a las regiones apartadas, en donde las comunidades están siendo víctimas de quienes no les sirve que hayan personas que defiendan los derechos y las tierras del país.
El caso de Alberto Santos Fuentes se suma a los otros 19 crímenes contra líderes que se han registrado en lo corrido de este 2019, en 11 municipios de 9 departamentos de Colombia.
Por esta grave situación, el presidente Iván Duque dio la orden de pagar millonarias recompensas a quienes den información sobre el paradero de los responsables, por medio de una campaña que busca visibilizar a los asesinos de los homicidios que se han presentado en los últimos meses.
Desde la Unidad Nacional de Protección se anunció que en estos momentos se están protegiendo a 4.487 líderes sociales que han solicitado seguridad para sus vidas.