Una investigación pública independiente difundida este jueves señaló que la cultura “tóxica” del anterior Gobierno británico de Boris Johnson y su respuesta tardía frente a la primera ola de la covid-19 contribuyeron directamente a la muerte de 23.000 personas que, según los expertos, pudieron haberse salvado en Inglaterra.
Un confinamiento tardío que cambió el rumbo de la pandemia
De acuerdo con el informe, si el Ejecutivo conservador hubiera adoptado antes las restricciones recomendadas por los asesores científicos, cuando el número de contagios aún era reducido, el confinamiento obligatorio aplicado el 23 de marzo de 2020 habría sido más breve o incluso innecesario.
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Los modelos analizados por la comisión concluyen que, de haberse ordenado el confinamiento el 16 de marzo, Inglaterra habría registrado aproximadamente 23.000 muertes menos durante la primera ola, contabilizada hasta el 1 de julio de 2020. Esta cifra, advierte el informe, refleja el impacto directo de la demora en la toma de decisiones.
Una respuesta “insuficiente y tardía”, según la comisión
La baronesa Heather Hallett, presidenta de la comisión de investigación sobre la covid-19 en el Reino Unido, afirmó que el documento publicado expone una deficiente gobernanza y una respuesta “insuficiente y tardía” en un momento crítico para el país.
“A principios de 2020, la covid-19 era un virus nuevo y mortal que se propagaba rápidamente por todo el país. Los cuatro Gobiernos —Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte— fallaron en comprender la escala de la amenaza y la urgencia de la respuesta requerida”, declaró Hallett, insistiendo en que la inacción prolongó y agravó la crisis sanitaria.
La cultura interna del Gobierno: “caótica y tóxica”
Uno de los elementos más contundentes del informe apunta a la cultura interna del Ejecutivo británico bajo el liderazgo de Boris Johnson, descrita por la comisión como “caótica y tóxica”.
Según Hallett, Johnson no solo no enfrentó este ambiente disfuncional, sino que en ocasiones lo fomentó, permitiendo que “predominaran las voces más fuertes” dentro del gabinete. Esta dinámica derivó en que aportes de otros miembros, especialmente mujeres, fueran ignorados, afectando la calidad de las decisiones en momentos críticos.
Segundo confinamiento: restricciones débiles e intervención tardía
El documento también analiza el segundo confinamiento nacional, implementado en noviembre de 2020 durante la segunda gran ola de contagios. La comisión concluye que el retorno al encierro fue producto de restricciones débiles, aplicadas cuando la situación ya era crítica, haciendo “inevitable” un nuevo cierre del país.
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Recomendaciones para futuras emergencias sanitarias
Como parte de sus conclusiones, el informe propone una serie de recomendaciones para fortalecer la preparación y la capacidad de respuesta del Reino Unido ante futuras pandemias. Entre ellas destacan:
- Mayor participación del Grupo Asesor Científico para Emergencias (SAGE).
- Reformas en la estructura de toma de decisiones en las distintas regiones.
- Estrategias de comunicación más claras y simples para la población.
El estudio subraya que entender estos errores es clave para evitar que una tragedia similar vuelva a ocurrir.
*Información tomada de EFE*
