
El tifón Ragasa, catalogado como la tormenta más poderosa del planeta en lo que va de 2025, ha dejado un rastro de destrucción en su paso por Filipinas, Taiwán, Hong Kong y el sur de China. Solo en la provincia china de Guangdong, las autoridades evacuaron a 1,89 millones de personas, mientras que en Taiwán se confirmaron 17 muertes y 17 desaparecidos tras inundaciones catastróficas.
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Desastre en Taiwán
En la isla, el tifón provocó la ruptura de una presa natural que contenía un lago formado por un deslizamiento en julio. El colapso liberó 68 millones de toneladas de agua, inundando el municipio de Guangfu.
El saldo inicial: 17 fallecidos, 32 heridos y 17 desaparecidos, además de 135 personas rescatadas con vida. Entre los daños se reportó el colapso de un puente en Hualien y severas inundaciones urbanas que arrastraron vehículos y dejaron a cientos de residentes atrapados en sus viviendas.
El primer ministro Cho Jung-tai pidió una investigación para establecer por qué las órdenes de evacuación no se cumplieron de manera efectiva, a pesar de que el lago era monitoreado desde hace meses.
Hong Kong bajo alerta máxima
Durante la madrugada del miércoles 24 de septiembre, Ragasa azotó el centro financiero internacional de Hong Kong con vientos de hasta 200 km/h y lluvias torrenciales.
El Observatorio local activó la señal 10, la más alta del sistema de alertas, ordenando la suspensión de clases, transporte público, comercios y actividades no esenciales. Las olas alcanzaron hasta cuatro metros, inundando calles y destrozando ventanas y fachadas.
Hasta el mediodía se registraron 62 heridos, incluidos una madre y su hijo que fueron arrastrados por el mar. El gobierno habilitó 49 refugios que albergaron a 791 personas.
Impacto en el sur de China
El Observatorio Meteorológico de Cantón confirmó que Ragasa tocó tierra cerca de la isla de Hailing, en la ciudad de Yangjiang, con vientos sostenidos de 150 km/h.
En Shenzhen, más de 400.000 residentes fueron desplazados y el aeropuerto cerró desde la noche del martes. En la capital provincial, Cantón, se aplicaron los llamados “cinco paros”: suspensión de clases, trabajo, producción, transporte y comercio. Allí se habilitaron 1.570 refugios para la población vulnerable.
En total, más de 10.000 embarcaciones fueron reubicadas y 38.000 bomberos permanecen en guardia, de acuerdo con el medio estatal Xinhua.
Filipinas también golpeada
Antes de llegar a Taiwán y China, Ragasa impactó las islas Filipinas, donde al menos siete pescadores murieron tras el naufragio de una embarcación frente a Luzón. En el norte, se reportaron deslizamientos de tierra y daños en viviendas e infraestructura.
El cambio climático como factor agravante
Los tifones son fenómenos comunes en el Pacífico occidental, pero la crisis climática ha intensificado su fuerza e imprevisibilidad. De acuerdo con el científico Johnny Chan, el aumento de la temperatura del mar y la humedad atmosférica proporcionan más energía a las tormentas.
“El desafío ahora es que los códigos de construcción deben actualizarse constantemente, porque los datos históricos ya no son suficientes para enfrentar fenómenos más extremos”, advirtió.
Una temporada inusualmente activa
El Ragasa es el noveno tifón del año en Hong Kong, cuando el promedio histórico es de seis. Además, otra tormenta, llamada Opong, se intensifica actualmente en Filipinas, lo que mantiene en alerta a millones de personas en Asia oriental.
El supertifón, que ya se debilita al internarse en tierra firme, deja tras de sí una lección clara: la región debe reforzar sus sistemas de prevención para afrontar un futuro marcado por fenómenos meteorológicos cada vez más intensos.