
En un contexto de tensión diplomática entre Colombia y Estados Unidos, el presidente Gustavo Petro sostuvo este viernes un encuentro en la Casa de Nariño con los congresistas estadounidenses Bernie Moreno y Rubén Gallego, acompañado por altos funcionarios de su gabinete.
A la reunión asistieron el ministro de Defensa, Pedro Sánchez; el ministro del Interior, Armando Benedetti; la ministra de Comercio, Diana Morales; la canciller Rosa Villavicencio, y el encargado de negocios de la Embajada de EE. UU., John McNamara.
Según Benedetti, el diálogo fue “demasiado bacano, espléndido, inteligente y ameno”, y permitió abordar temas clave como seguridad, narcotráfico, migración, comercio y la situación en Venezuela, con el objetivo de fortalecer la relación bilateral.
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El ministro destacó que ambos congresistas plantearon la necesidad de “borrar lo que ha pasado en el pasado y mirar hacia adelante”, reconociendo a Colombia como socio estratégico y explorando oportunidades comerciales, entre ellas el aumento de las exportaciones de café.
No obstante, al término del encuentro, Petro publicó en su cuenta de X: “Quienes quieren romper las relaciones EE. UU. y Colombia son sirvientes de las mafias”. Aunque no señaló destinatarios directos, el mensaje fue interpretado como una advertencia política hacia sectores tanto en Washington como en Colombia que han cuestionado su política antidrogas.
Con esta postura, el mandatario defendió la cooperación con Estados Unidos bajo nuevos términos y advirtió que detrás de intentos de fracturar la relación bilateral podrían existir intereses ligados al crimen organizado.