
En medio de un cabildo abierto realizado en la ciudad de Barranquilla, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, sorprendió a los asistentes con una declaración que disipa uno de los mayores temores que ha rondado en sectores de la oposición y la opinión pública: su posible intención de buscar la reelección. Con un tono firme, Petro afirmó que no está interesado en perpetuarse en el poder y lanzó una fuerte crítica a la adicción política, comparándola con una patología que corrompe el alma.
“No estoy pidiendo que vote por tal o cual personaje, no estoy pidiendo que voten por Petro. No me sueño reelegido y no quiero volverme drogadicto del poder porque me volvería asesino, eso no es para mí”, afirmó el mandatario ante una audiencia que lo esperó durante horas, debido a una notoria demora en su llegada al evento.
Petro, quien ha sido una figura polémica desde su llegada al Palacio de Nariño en 2022, enfrenta actualmente una coyuntura política compleja. Su gobierno ha sido objeto de críticas por el ritmo de las reformas sociales que prometió, tensiones con algunos sectores del Congreso y una creciente polarización nacional. En este contexto, sus palabras no solo buscan cerrar la puerta a una posible reelección, sino también reforzar su imagen como un líder que, a pesar de las dificultades, no está dispuesto a caer en la tentación del autoritarismo.
Sin embargo, el evento también dejó ver las contradicciones del estilo político del presidente. El cabildo, pensado como un espacio de diálogo popular, se vio empañado por la larga espera de los asistentes debido al retraso del mandatario. Esta demora fue criticada en redes sociales y por líderes locales, quienes cuestionaron la falta de respeto hacia los ciudadanos barranquilleros.
La frase “drogadicto del poder” ha generado un intenso debate en redes sociales. Algunos la han celebrado como una muestra de autoconciencia política, mientras otros la han tachado de teatral o innecesariamente dramática que caldea los ánimos en un momento en el que el país está profundamente dividido por las consultas y las propuestas de reforma.