
La Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) y el concesionario a cargo del corredor Bogotá–Villavicencio anunciaron la puesta en marcha de la Fase 0 del Plan de Contingencia Operativo, que contempla la apertura gradual de la variante por la vía antigua para mitigar el impacto en la movilidad mientras se avanza en la recuperación total de la carretera.
La ministra de Transporte, Mafe Rojas, aseguró que este proceso hace parte del compromiso del Gobierno por garantizar la conectividad de la región: “Con esta apertura gradual y segura estamos cumpliendo nuestro compromiso de devolverle la movilidad a miles de ciudadanos. Esta es una acción decidida del Gobierno del Cambio para proteger vidas y garantizar la conectividad de una región estratégica para el país”, afirmó.
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En esta primera fase, se permitirá únicamente la circulación de vehículos locales con listados autorizados por las alcaldías de la zona, mediante pasos controlados que permitan liberar los represamientos en sectores como Abasticos, El Uval y el Anillo Vial de Villavicencio. Por ahora, no estará habilitado el tránsito entre Bogotá, Villavicencio y los Llanos Orientales.
El presidente de la ANI, Óscar Torres, explicó que los trabajos ejecutados incluyeron la instalación de geomallas, carpeta asfáltica, señalización vertical y horizontal, así como pruebas de seguridad en el Plan de Manejo de Tráfico. “Reiteramos nuestro compromiso por recuperar la movilidad en esta importante región del país”, puntualizó.
Las siguientes etapas del plan contemplan:
Fase 1: Paso de transporte público y carga pesada, previsto entre uno y dos días después de culminada la fase inicial.
Fase 2: Habilitación para todo tipo de vehículos, con tiempos de paso definidos por sentido de circulación.
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El plan incluye controles estrictos para evitar el tránsito de vehículos con sobrepeso, con apoyo de la estación de pesaje del Alto de la Cruz, además de restricciones para transporte extradimensionado, según lo establecido en la Resolución 3011 de 2025.
Asimismo, se dispusieron equipos de señalización, cámaras de monitoreo, grúas de apoyo y zonas de orille para atender emergencias. En caso de deslizamientos, lluvias intensas, sismos, accidentes o cualquier evento de alto riesgo, se contempla el cierre parcial o total de la variante para salvaguardar la seguridad de los usuarios.
Con estas medidas, la ANI y el concesionario buscan garantizar un tránsito seguro mientras se avanza en la recuperación definitiva de uno de los corredores viales más estratégicos del país.