En un terreno de Soacha (Cundinamarca) se empezará a construir una respuesta tangible a una de las heridas más profundas del conflicto armado colombiano: la desaparición forzada. No es solo un edificio de casi 2.000 metros cuadrados; es el “laboratorio de la verdad” que miles de familias han esperado por décadas para saber el paradero de sus seres queridos. La radicación del proyecto del Centro de Identificación Humana, impulsado por una orden de la Justicia Especial para la Paz (JEP), marca un punto de inflexión en la búsqueda de los desaparecidos.
El avance de este centro forense es un cumplimiento directo de la Medida Cautelar Nacional sobre Desaparición Forzada, emitida por la Sección de Ausencia de Reconocimiento de la JEP. Esta orden judicial obliga al Estado a fortalecer las capacidades forenses para buscar e identificar a las víctimas. La JEP ha celebrado este paso como un "hito fundamental" para la justicia transicional.
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“Esta construcción, proyectada desde 2015, ya cuenta con recursos asegurados para las vigencias 2026, 2027 y 2028”, afirmó Ariel Emilio Cortés Martínez, director del Instituto Nacional de Medicina Legal.
Las cifras del duelo nacional que esperan respuesta:
La urgencia del centro se entiende con una mirada a las cifras nacionales de la tragedia. Hasta la fecha, las medidas cautelares de la JEP en varios departamentos han permitido:
- 1.923 cuerpos exhumados
- 224 cuerpos identificados
- 139 entregas dignas a familiares
Estos números, si bien representan un avance, son solo una fracción de la deuda histórica. El centro de Soacha está diseñado para agilizar de manera significativa este proceso y ofrecer respuestas a miles de familias que aún aguardan.
Declarado de importancia estratégica por el DNP, el proyecto contará con una inversión total de $35.608 millones, con vigencias aseguradas hasta 2028. La infraestructura de 1.966 m² contará con:
- Laboratorios especializados en genética y antropología forense
- Áreas de necropsia de última generación
- Espacios dignos para la atención a víctimas y familiares
Estas capacidades son esenciales para cumplir las órdenes de la JEP y para la investigación de violaciones a los derechos humanos.
Un esfuerzo articulado para la búsqueda de la verdad
El proyecto no es solo una obra de cemento. Representa una coordinación inédita entre la Alcaldía de Soacha (que cedió el predio), la Gobernación de Cundinamarca, el Ministerio de Hacienda, el DNP y la Procuraduría, todos articulados en una mesa técnica convocada por la JEP para garantizar que el compromiso se cumpla.
Más que un laboratorio, un símbolo de memoria
El Centro de Identificación Humana de Soacha trasciende su función forense. Se erige como un símbolo de memoria y dignificación, que acerca la justicia a las comunidades más afectadas por la violencia. Es la promesa de que, en Colombia, la verdad sobre los desaparecidos ya no se buscará solo en fosas comunes olvidadas, sino en un espacio digno y científico, dedicado a la paz y al derecho fundamental a saber.
