
La capital del departamento del Caquetá, volvió a ser escenario de la violencia en la madrugada de este viernes 22 de agosto. Hacia las 3:10 a. m., un artefacto explosivo de bajo poder fue detonado en pleno centro de la ciudad, a escasos metros de la Alcaldía, lo que generó temor entre los habitantes y dejó múltiples daños materiales.
De acuerdo con las primeras versiones de las autoridades, el artefacto habría sido abandonado dentro de un contenedor de basura en la intersección de la carrera 12 con calle 15, una zona concurrida por locales comerciales y oficinas. Aunque la explosión no dejó víctimas mortales ni heridos, sí ocasionó importantes afectaciones en varios establecimientos, entre ellos una droguería, una tienda de cosméticos y un punto de telefonía, además de daños en viviendas y fachadas aledañas.
Lea también: Gobierno y Alcaldía instalan PMU permanente en Cali tras atentado terrorista
El coronel César Pinzón, comandante de la Policía de Caquetá, señaló que la principal hipótesis apunta a que detrás del atentado estarían las disidencias de las FARC bajo el mando de alias Calarcá. Según explicó, esta estructura viene presionando a comerciantes y empresarios de la región mediante amenazas y panfletos, en los que exigen sumas que oscilan entre 50 y 60 millones de pesos, bajo la modalidad de extorsión.
Ante lo ocurrido, el gobernador de Caquetá, Luis Francisco Ruiz Aguilar, rechazó el ataque y lo calificó como un acto terrorista que busca sembrar miedo en la población. “No vamos a permitir que continúe la zozobra en nuestro departamento. Convocamos de inmediato a un consejo de seguridad para definir acciones contundentes contra quienes pretenden desestabilizar la tranquilidad de los ciudadanos”, expresó el mandatario.
Además: Atentado terrorista frente a la base aérea de Cali: impactantes imágenes
Tras la explosión, la Policía reforzó los dispositivos de seguridad en la zona y desplegó unidades antiexplosivos que realizaron inspecciones en las calles del centro de Florencia, luego de que en redes sociales circularan audios advirtiendo sobre posibles nuevos ataques.
El hecho se suma a otros recientes atentados ocurridos en Cali y Amalfi, lo que, según las autoridades, refleja una preocupante escalada de violencia y una estrategia coordinada de los grupos armados ilegales para presionar con acciones de terror a distintas regiones del país.