
Esta temporada, la firma de lujo accesible Pandora escribe un nuevo capítulo en su historia con el lanzamiento de Pandora Talisman, una colección que reinterpreta el arte ancestral de los amuletos en clave contemporánea. Inspirada en las monedas antiguas y los símbolos eternos de la humanidad, esta línea no solo representa una evolución estética para la marca, sino también un giro profundo hacia la joyería con significado.
“Pandora Talisman es más que una nueva colección, es una nueva forma de conectar, reflexionar y expresarse”, afirman A. Filippo Ficarelli y Francesco Terzo, directores creativos sénior de Pandora.
La propuesta es audaz: doce talismanes, cada uno grabado con frases en latín como "amor vincit omnia" ("el amor lo conquista todo") o "per aspera ad astra" ("a través de las dificultades hasta las estrellas"), que invitan a mirar hacia adentro y a vestir las palabras por las que vivimos.
Belleza imperfecta, poder simbólico
Lejos del brillo pulido y las formas tradicionales, Pandora Talisman apuesta por la textura, la imperfección intencional y la narrativa personal. Cada joya es un microcosmos de símbolos: corazones, lunas, estrellas, flechas… elementos cargados de historia y emoción. Una de las piezas más llamativas combina nácar artificial y chapado en oro de 14 quilates, mientras que otra —la de mayor tamaño— está finamente grabada con flechas, un emblema de esperanza, crecimiento y resiliencia.
El acabado de las piezas incluye plata de ley, oro de 14k y metales mixtos, permitiendo combinaciones únicas que se adaptan a cada estilo e identidad.
Joyería que cuenta historias
Más que adornos, los talismanes de Pandora funcionan como amuletos personales. Pueden usarse solos o en capas, gracias a dos nuevos diseños de collares pensados especialmente para esta colección, disponibles en los clásicos materiales de la marca. También son compatibles con Pandora ME, lo que amplía aún más las posibilidades de personalización.
Pandora Talisman no solo propone una estética renovada, sino una forma íntima y poderosa de expresión: llevar en el pecho no solo una joya, sino un recuerdo, una creencia, un fragmento del alma.