
La Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá (ETB) atraviesa una de las crisis financieras más graves de su historia. Según un informe reciente publicado por El Tiempo, la compañía registró pérdidas alarmantes durante el año 2024, que alcanzaron los 360.000 millones de pesos, lo que equivale a cerca de 1.000 millones de pesos por día.
Esta situación pone a ETB en una posición vulnerable, con un panorama incierto sobre su futuro, especialmente en un sector altamente competitivo como lo es el de las telecomunicaciones.
Los números que preocupan: pérdidas y deudas abismales
ETB ha tenido un desempeño económico negativo durante nueve años consecutivos. En 2024, los ingresos totales de la empresa ascendieron a 1,6 billones de pesos, pero gran parte de estos provienen de actividades extraordinarias, como la venta de cobre reciclado. Esta venta, aunque generó 200.000 millones de pesos, también evidenció un problema grave: el robo de este material y su comercialización ilegal fuera del país.
Por otro lado, el principal negocio de la compañía, que abarca servicios de telecomunicaciones como internet y telefonía, generó ingresos de 1,4 billones de pesos, pero no fue suficiente para cubrir los costos operativos y financieros. La empresa enfrenta una deuda monumental que supera los 1,1 billones de pesos, lo que incluye una deuda de 300.000 millones de pesos con el Distrito de Bogotá, correspondientes a dividendos no pagados.
Costos elevados y una nómina pesada
Uno de los principales problemas que contribuyen a la crisis financiera de ETB es su elevado gasto en nómina. El 25 % de los ingresos de la empresa se destinan a pagar sueldos, una proporción significativamente mayor en comparación con otras compañías del sector como Claro o Movistar, que destinan solo entre el 9 % y el 10 % de sus ingresos a este rubro. Esta diferencia refleja una ineficiencia operativa que ha dificultado la competitividad de ETB en un mercado cada vez más globalizado.
¿Qué solución se plantea para salvar a ETB?
Ante este panorama, la nueva presidencia de ETB, encabezada por Diego Molano Vega, ha propuesto un plan de transformación enfocado en convertir a la empresa en un líder en servicios digitales. Esta propuesta busca no solo mejorar la competitividad de ETB, sino también ayudar a otras empresas a modernizarse mediante el uso de tecnología de punta. Sin embargo, este plan enfrenta la presión del tiempo, ya que los expertos señalan que deben empezar a implementarlo antes de mediados de 2025 para evitar una reorganización total de la empresa a finales de este año.
En términos operativos, ETB ya ha comenzado a implementar medidas de austeridad, como la reducción de su plantilla de empleados. La compañía ha lanzado un programa de retiro voluntario, permitiendo que los trabajadores salgan con algunos beneficios económicos, lo cual se suma a otras estrategias de recorte de costos. Además, la empresa contempla la posibilidad de vender activos clave, como su red de fibra óptica, para generar liquidez y aliviar la presión de las deudas.
El futuro de ETB: ¿Renovación o desaparición?
El futuro de ETB está en juego. La empresa necesita adaptarse rápidamente a las nuevas demandas del mercado y encontrar soluciones efectivas para equilibrar sus finanzas. Las decisiones tomadas en los próximos meses serán cruciales para determinar si ETB podrá salir de esta crisis o si, por el contrario, su destino será sellado por la ineficiencia y la creciente competencia de gigantes como Claro y Movistar.
Las voces que alertan sobre la posible desaparición de ETB no son infundadas. Si no logra recuperar su estabilidad financiera y fortalecer su modelo de negocio, es probable que esta histórica empresa de telecomunicaciones se vea obligada a ceder terreno a las compañías más ágiles y adaptadas a la nueva era digital. Sin embargo, la historia aún no está escrita y las decisiones estratégicas que se tomen durante 2025 marcarán el rumbo de ETB en el futuro cercano.