El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, reveló nuevos detalles sobre el caso del adolescente de 16 años señalado de asesinar a Jean Claude Bossard durante un atraco en Usaquén. Según informó el mandatario, el menor no era un infractor primerizo: había sido aprehendido en mayo de este año por hurto calificado y cumplía una sanción de libertad vigilada al momento de cometer el homicidio.
“El joven había sido detenido por el delito de hurto calificado, un delito que incluye violencia contra las víctimas. Aceptó cargos y su sanción se dio en libertad vigilada, medida que continuaba vigente desde octubre”, explicó Galán, quien calificó el hecho como una muestra preocupante de las fallas del sistema de responsabilidad penal para adolescentes.
Galán aseguró que, pese a la gravedad del antecedente, no se adoptaron medidas que permitieran un monitoreo más estricto del joven ni una intervención que redujera el riesgo de reincidencia. Según dijo, el Distrito cuenta con programas de justicia restaurativa que sí han demostrado eficacia, pero en este caso no fueron aplicados.
“Nos preguntamos por qué no hubo una decisión de incluir al menor en esos programas con seguimiento cercano. Esa ausencia de control terminó permitiendo que reincidiera en medio de la sanción que estaba cumpliendo”, señaló.
El alcalde insistió en que este caso debe llevar a una discusión urgente sobre la efectividad de las sanciones actuales para delitos violentos, en especial cuando son cometidos por menores de edad. Recordó que la Policía captura diariamente a más de 90 personas en la capital, pero muchas recuperan la libertad rápidamente, incluso en situaciones que ponen en riesgo la vida de sus víctimas. Para el hurto de vehículos, añadió, la cifra es aún más crítica: siete de cada diez capturados vuelven a quedar libres en poco tiempo.
“Tenemos que debatir cómo hacemos para que, cuando una persona comete un delito violento, haya una sanción efectiva que proteja a la ciudadanía. No deberíamos esperar antecedentes para tomar decisiones que garanticen seguridad”, afirmó.
Un crimen que conmocionó a la ciudad
El asesinato de Jean Claude Bossard ocurrió el 2 de diciembre, cuando dos delincuentes en motocicleta intentaron robarlo en la avenida 19 con calle 107. La víctima, un administrador de empresas de 29 años, se resistió al atraco y recibió dos disparos. Murió en el lugar. Uno de los atacantes fue abatido por la Policía y el otro, el menor, fue aprehendido.
Bossard, recordado por su familia como un joven trabajador, amante del aeromodelismo, las motocicletas y profundamente comprometido con Colombia, se convirtió en símbolo de la indignación ciudadana frente a la reincidencia criminal. Su muerte ha impulsado un debate nacional sobre la necesidad de revisar las medidas aplicadas a jóvenes infractores y la respuesta del sistema judicial ante delitos violentos.
