
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) manifestó su profunda preocupación y rechazo por el asesinato del senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, quien murió tras un ataque armado ocurrido en Bogotá. En un comunicado, el organismo expresó sus condolencias a familiares, colegas y a toda la sociedad colombiana, al tiempo que pidió al Estado adoptar medidas más efectivas para proteger a quienes ejercen liderazgos políticos y sociales en el país.
El atentado contra Uribe Turbay se registró el 7 de junio de 2025 en el barrio Modelia, al occidente de la capital, cuando participaba en actividades de carácter político. En el hecho, el senador recibió tres disparos que lo dejaron gravemente herido. Durante más de dos meses permaneció en cuidados médicos intensivos, pero finalmente falleció el 11 de agosto de 2025 como consecuencia de las lesiones.
Las autoridades informaron que entre los capturados se encuentra un adolescente de 15 años, señalado como presunto autor material, junto a otras cinco personas relacionadas con la ejecución del ataque. Sin embargo, los responsables intelectuales y las motivaciones detrás del crimen siguen sin esclarecerse, lo que mantiene abiertas las hipótesis sobre sus causas.
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Justicia y verdad frente a la violencia política
La CIDH hizo un llamado urgente al Estado colombiano para que adelante investigaciones serias, rápidas y exhaustivas, que permitan no solo sancionar a los autores materiales, sino también identificar a los responsables intelectuales. Enfatizó que la lucha contra la impunidad es un requisito fundamental para prevenir la repetición de hechos similares y para garantizar que el ejercicio de los derechos políticos se realice sin amenazas.
El organismo interamericano insistió en que las instituciones deben fortalecer las líneas de investigación, identificar los móviles del asesinato y esclarecer todos los elementos asociados al caso. Asimismo, recordó que la protección de líderes políticos, sociales y comunitarios es una obligación del Estado, especialmente en un país que aún enfrenta altos índices de violencia política
Un crimen que evidencia riesgos en la democracia
Para la Comisión, la muerte de Miguel Uribe Turbay constituye una señal preocupante sobre la persistencia de la violencia contra quienes ejercen liderazgo en Colombia. Este fenómeno, que también golpea a partidos políticos, organizaciones comunitarias y a la ciudadanía en general, pone en riesgo la estabilidad democrática y la confianza en las instituciones.
En vísperas del proceso electoral de 2026, la CIDH exhortó al Estado a redoblar esfuerzos para garantizar entornos seguros, pacíficos e inclusivos, donde la ciudadanía pueda participar libremente. El organismo también instó a reducir los niveles de polarización y confrontación política, favoreciendo en su lugar el diálogo, la construcción de consensos y soluciones democráticas para los desafíos nacionales.
Estas medidas, señaló, resultan claves para reforzar el Estado Social de Derecho y preservar el sistema democrático contemplado en la Constitución de 1991 y en el Acuerdo de Paz de 2016, pilares que deben mantenerse como garantía de convivencia en el país.
Una alerta para toda la región
Finalmente, la CIDH advirtió que la violencia contra líderes políticos no es un fenómeno exclusivo de Colombia, sino un riesgo que persiste en varios países de la región. Por ello, destacó la urgencia de reforzar los mecanismos de protección, garantizar justicia y prevenir la repetición de estos crímenes, con el fin de salvaguardar la democracia y la participación política en América Latina.
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