
Érika Zapata continúa ganándose el reconocimiento de los colombianos, no solo por su profesionalismo, sino también por su cercanía y carisma frente a las cámaras. Su estilo fresco y descomplicado ha logrado que muchos seguidores se identifiquen con ella y la vean como un referente en el mundo del periodismo.
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Sin embargo, no todo ha sido fácil para la joven comunicadora, quien ha compartido abiertamente las dificultades que ha enfrentado debido a las opiniones sobre su apariencia física desde el inicio de su carrera. A pesar de esto, la periodista de Noticias Caracol en Antioquia ha sabido sortear las críticas y enfocarse en su desarrollo personal. Recientemente, sus seguidores han notado un cambio notable en su imagen, lo que ha generado una avalancha de comentarios positivos.
A través de su cuenta en X (anteriormente Twitter), Érika Zapata reveló que estaba trabajando en mejorar su apariencia. "Estoy trabajando mucho en mejorar mi aspecto porque no solo quiero ser una mujer inteligente, sino bonita y segura", compartió con sus más de 133 mil seguidores, quienes han sido testigos de su evolución tanto en lo profesional como en lo personal. Este comentario fue apoyado por muchos, quienes aplaudieron su decisión de abrazar el cambio. "Me gusta este tipo de mujer. Seguras de sí mismas y abiertas al cambio para mejorar", comentó uno de sus seguidores, mientras que otros agregaron: "hazlo por ti misma" y "todo está en la seguridad".
No obstante, también hubo quienes opinaban que Érika no necesitaba hacer ninguna transformación, pues su belleza, tanto interior como exterior, ya era evidente. "Una mujer inteligente siempre va a ser bonita ante los ojos de los demás, por eso es una parte que siempre debemos fortalecer porque lo físico en algún momento desaparece", señaló un usuario de X, destacando la autenticidad de la periodista.
Hace algunas semanas, Zapata sorprendió a sus fanáticos con lo que algunos llamaron un "cambio extremo" de look. En un gesto especial por el Día de la Mujer, una reconocida empresa de cosméticos la consintió con una sesión de peinado y maquillaje, un detalle que la periodista agradeció con humor y sinceridad. Durante la sesión, admitió que no era la más hábil con el maquillaje, especialmente cuando se trataba de sus cejas, lo que causó risas y complicidad con la experta que la atendió. Al finalizar el proceso, Érika observó su reflejo y exclamó asombrada: "¡Ni yo misma me reconozco!"