
Por medio de un operativo que se lanzó por parte de la Policía Metropolitana de Bogotá, el grupo de Inteligencia Policial, la Dirección de Investigación Judicial y la Fiscalía General de la Nación, lograron la captura de seis personas que pertenecían a la banda criminal conocida como La Empresa, quienes se dedicaban al tráfico de insumos que se utilizan para la fabricación de explosivos.
Según el informe de la Policía, esta estructura criminal obtenía ganancias ilícitas cercanas a los doscientos millones de pesos mensuales mediante la entrega de sustancias como el clorato de potasio, en diferentes regiones del país.
El coronel Miguel Camelo, subcomandante de la Policía Metropolitana de Bogotá explicó que: “Se logra la captura de seis integrantes de un grupo criminal denominado La Empresa. Estos capturados a través de permisos falsos, falsas licencias también, comercializan precursores químicos para la fabricación de explosivos”.
El operativo que dio paso a la captura de los integrantes de la peligrosa banda incluyó cinco diligencias de registro y allanamiento realizadas en el municipio de Pauna, en Boyacá, y en Bogotá. Mediante estas acciones las autoridades lograron incautar 50 cartuchos calibre 7.65 y 10 teléfonos celulares que podrían contener información relevante sobre demás actividades que tenían por realizar.
Dentro de los seis capturados, uno de ellos fue detenido en flagrancia, mientras que los otros cinco sí fueron arrestados por órdenes judiciales.
Según determinó la Policía, los químicos traficados por la red criminal no solo eran utilizados para la creación de explosivos, sino que también se usaban para tener un amplio impacto en negocios de minería ilegal, ampliando el impacto de sus operaciones.
¿Quiénes fueron capturados?
Dentro de las personas detenidas se destaca a alias “Diego”, quien es señalado como el líder de la organización y quien sería responsable de coordinar las actividades de compra y venta ilegal del clorato de potasio.
Dentro de los antecedentes que tiene esta persona en su historial, se encuentra el delito por constreñimiento ilegal, amenazas, lesiones personales, violencia intrafamiliar y daño en bien ajeno. Además, un juez de la república le impuso una medida de aseguramiento en un centro carcelario, al igual que a alias “Yilber”, otro de los integrantes de la organización.
La segunda al mando sería la mujer conocida bajo el alias “Julia”, quien sería la madre del cabecilla y era la encargada de supervisar la correcta distribución de los componentes químicos.
Para poder cumplir a cabalidad con sus actos delictivos, además del apoyo de alias “Yilber”, también se encontraba alias “Peña”, quienes transportaban los insumos en vehículos particulares desde bodegas ubicadas en la localidad de los Mártires en Bogotá.