Este jueves dio inicio la final de la NBA, en la que se enfrentan por tercer año consecutivo Golden State Warriors y Cleveland Cavaliers. En el primer partido de la serie los californianos pasaron por encima de los de Ohio 113-91.
El poder ofensivo de Golden State fue predominante gracias a las increíbles actuaciones de Kevin Durant y Stephen Curry. Pocas duplas en la actualidad pueden hacer lo que estos dos hombres, que combinados sumaron 66 puntos, 18 asistencias y solo 2 balones perdidos.
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Pero de los dos, fue KD el que cargó al equipo en sus hombres al realizar nada menos que 38 puntos, una cifra sorprendente al tratarse de un partido de las finales. Tal vez sea el hambre de título del MVP del 2014 la que resulte determinante en este año, ya que el anillo de campeonato le ha sido esquivo en varias ocasiones.
La sociedad Curry-Durant se ha vuelto en una de las más efectivas de la actualidad, y no es para menos. Muy pocos equipos en la historia han tenido la posibilidad de contar en sus filas con dos MVP.
Pero la serie recién comienza, y si los Warriors quieren el anillo deberán ganar otros tres juegos, tarea complicada, más aun teniendo al frente a un quinteto como el de los Cavs, que tal vez no sea tan brillante como el de Golden State, pero que tiene todo para ir por el título.
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Este domingo a partir de las 8 de la noche se jugará el segundo partido de las finales, y esta vez el enfrentamiento será en Cleveland. Todos los ojos están puestos en LeBron James, que deberá demostrar su casta para evitar un 2-0 que pondría en duda las posibilidades del equipo.
También será necesario que Kevin Love y Kyrie Irving, de rendimiento irregular, tengan un desempeño más que que destacado en ambos lados de la cancha, para así contrarrestar el gran poder que defensivo y ofensivo de Golden State.
